“La vida es la flor de la cual el amor es la miel”. Potencial antibacteriano, fuente de antioxidantes, endulzador primario, fuente de proteínas, hidratante digestivo y remedio contra la tos y el dolor de garganta. No, Víctor Hugo no podía estar equivocado. La miel es el amor de la floreciente vida.

Y precisamente el sector apícola madrileño se encuentra en plena temporada de recolección de este oro dulce. Actualmente en la región hay 13.682 colmenas repartidas en 114 municipios, dando como resultado una producción anual de 220 toneladas.

España mantiene una producción estable de entre 32.000 y 34.000 toneladas, mientras que las importaciones de mieles de países que no pertenecen a la Unión Europea a nuestro país han aumentado desde las 8.000 hasta las 17.000. De estas, China ha pasado de 3.300 a 15.000 toneladas, con datos de 2020 de organización apícolas ofrecidos por Europa Press.

Aunque la producción madrileña es menor comparada a otras regiones españoles, su miel es de muy alta calidad. Por ello, la Asociación de Apicultores de la Comunidad (APISCAM) organiza un concurso de mieles que tiene como finalidad “reconocer la labor y el esfuerzo que realizan nuestros apicultores y dar a conocer y potenciar la calidad de nuestras mieles”.

En el concurso podrán participar todos aquellos apicultores que dispongan de Registro de Explotación Ganadera Apícola en la Comunidad de Madrid. Las mieles que concursen deben ser mieles de la última temporada apícola y deben proceder de colmenares situados en la región. Se establecen tres categorías; miel clara (C), miel ámbar (A) y miel oscura (O). El plazo de entrega de muestras es hasta el jueves día 15 de septiembre 2022.

385.000 EUROS DE AYUDA REGIONAL

Por su parte, Ejecutivo autonómico dedica también presupuesto a ayudar a las colmenas madrileñas. Fueron 85.000 euros en 2021 y espera otorgar este año hasta 385.000 en ayudas, para contribuir a aumentar la biodiversidad y la polinización de los campos. Este agosto, la Comunidad de Madrid ha recibido 51 solicitudes para ayudar al sector apícola y la convocatoria sigue abierta.

Las ayudas van dirigidas mejorar la rentabilidad de las explotaciones apícolas, mantener un adecuado estado sanitario de las colmenas, facilitar el asentamiento y transporte a los apicultores trashumantes y mejorar la competitividad y la comercialización en nuevos canales comerciales.

También se destinan a la información y asistencia técnica a los apicultores y a sus organizaciones, la lucha contra las agresiones y enfermedades de la colmena, investigación en laboratorios de análisis de productos apícolas y a valorizar sus productos, que en muchos casos, siguiendo a Victor Hugo, son de valor incalculable.