El 2019 llegó con un pan debajo del brazo para el Atlético de Pinto, que estrenó el año con una victoria de postín en el campo del San Fernando, descabalgado de la zona de playoff por obra y gracia del conjunto pinteño. El triunfo rojinegro a orillas del Henares bien podría catalogarse como un sonoro requiebro a los pronósticos de no ser por la estadística, que este curso sitúa a los de Álvaro García como el segundo mejor equipo a domicilio de cuantos componen el grupo madrileño de Tercera.

Los números son esclarecedores. El Atlético de Pinto ha sumado 19 de los 26 puntos que atesora lejos del Amelia del Castillo, lo que equivale prácticamente a tres de cada cuatro que se embolsa, un altísimo porcentaje que se sustancia en un balance de seis victorias, un empate y tres derrotas en diez desplazamientos. Solo el Alcobendas (20) presenta mejores números a domicilio al cierre de la primera vuelta.

Esta exitosa hoja de servicios en calidad de visitantes permite a los pinteños empezar a soñar en voz alta con metas mayores que la permanencia a la que parecía abocado hace apenas un mes. Tres triunfos en los cuatro últimos compromisos de la primera vuelta le han situado a sólo seis puntos del cuarto clasificado, algo impensable hace apenas un mes, con el añadido de que la brecha con la zona de descenso se ha ensanchado hasta los 11 puntos.

ELOGIOS DEL MÍSTER

No es de extrañar que el propio Álvaro García elogiase abiertamente el desempeño de sus jugadores ante el San Fernando. “La verdad es que el equipo ha hecho un trabajo enorme. Tengo que dar la enhorabuena a los futbolistas”, subrayaba el técnico rojinegro, “tanto por el trabajo semanal como por el partido realizado. Son tres puntos más”, especificaba, “para seguir creciendo de cara a lo que se nos viene encima en la segunda vuelta”.

Precisamente, la segunda vuelta arranca este domingo con otro exigente desplazamiento a Alcorcón para visitar al Trival Valderas, sexto clasificado con cinco puntos de renta sobre los pinteños, así que el duelo supone otro inmejorable banco de pruebas para calibrar la progresión del colectivo rojinegro, que no ha podido empezar de mejor manera el nuevo año.