Mujeres desprotegidas ante un poder que lo puede todo

Esta es la historia de una amiga. Una historia que representa la realidad a la que se enfrentan algunas mujeres y que en su mayoría no se atreven a expresar ni muy alto ni con mucho público.

Mujeres que, ante el hecho imperante y real de la concesión de custodia compartida por sistema en todos los casos de divorcio, salvo que sea un caso de causa muy muy muy mayor o uno de los progenitores directamente no lo quiera así, no pueden apenas hacer nada. Compartida por defecto, y hasta en casos donde el menor es claramente afectado.

Pues bien, mi amiga tuvo que sufrir esa custodia compartida y hace años que el progenitor ni ve al hijo ni se hace cargo de nada.

Ella, que tiene cierto temor porque él es un tipo con poder (imposible precisar más sin represalias de alto alcance), al fin se deshizo del miedo y pidió en el Juzgado pertinente, a través de la abogada, que se le reconociera a ella la custodia. Esto fue antes del verano del año pasado. Mi amiga no ha recibido ni una sola noticia. Resulta lamentable y muy triste que el poder sea tan fuerte. Tanto que ni se puede decir a qué poder nos referimos.

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