Fernando García Cuesta, el Policía Nacional vecino de Griñón y nadador que se colgó cinco medallas en los Eurogames 112
La natación ha sido desde bien pequeño el vicio confesable de Fernando García Cuesta, oficial de Policía Nacional adscrito a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y que desde hace más de una década reside en Griñón. Después de una trayectoria marcadamente intermitente por las dificultades que entrañaba compaginar los entrenamientos con el resto de sus menesteres cotidianos, hace un tiempo regresaba con fuerza a la piscina y los resultados no han hecho sino aflorar hasta completar su mejor temporada de siempre, a la que ha puesto un broche de oro conquistando nada menos que cinco medallas en la primera edición de los Eurogames 112, celebrada recientemente en Alcobendas.
Fernando, de 41 años, compite en la categoría máster y subió al podio en las cinco pruebas en las que se lanzó al agua colgándose dos preseas de oro (1.000 libres y 50 subacuático) y otras tres de plata (100 libres, 50 libres y 50 mariposa). Cinco metales para cerrar un círculo que abrió en el Europeo de Policías y Bomberos, donde consiguió diez medallas en doce pruebas, redondeando la mejor campaña de su carrera en un ejemplo palmario de que, como él mismo dice, “a veces la abnegación y el sacrificio encuentran recompensa”.
En conversación con Al Cabo de la Calle, empieza por el principio, es decir, por sus orígenes, “en los que empecé a nadar de manera ocasional, pero como ya destacaba en el ADN Móstoles se fijaron en mí. Allí me inicié con 12 años y estuve compitiendo hasta la mayoría de edad. Lo tuve que dejar un tiempo, sobre todo cuando ingresé en la Policía y justo antes de la pandemia volví a retomar la rutina, creciendo de nuevo poco a poco hasta llegar a este año, que ha sido el de la explosión, no solo por las medallas sino porque sigo mejorando mis marcas personales. Estoy en un momento dulce”, subraya.
«Este año ha sido el de la explosión, no solo por las medallas sino porque sigo mejorando mis marcas personales; estoy en un momento dulce»
Su éxito más reciente, que le ha granjeado un sinfín de felicitaciones en su unidad y fuera de ella, ha tenido como escenario los Eurogames 112, una competición de nuevo cuño que incluyó un total de 14 modalidades deportivas en la que se dieron cita varios centenares de deportistas pertenecientes a diversas profesiones de servicio público. Desde policías a bomberos, pasando por paramédicos, enfermeros, médicos, agentes de aduanas, agentes de seguridad, controladores aéreos, e incluso personal militar.
Un evento de calado al que este vecino de Griñón acudía “con mucha incertidumbre, porque hasta que no empieza no sabes realmente con quien te vas a medir”, y es por eso que previamente se había preparado a conciencia “y busqué las cinco pruebas en las que pensé que más opciones tenía. La elección no pudo salir mejor porque conseguí un pleno de medallas y no puedo estar más contento”.
Los Eurogames supusieron un inmejorable colofón para un año que ya empezó con buen pie en el Europeo de Policías y Bomberos celebrado en Portugal, “al que también fui con mucha incertidumbre, pero al final salió todo redondo porque gané diez medallas en doce pruebas”.

Al margen de la abundante cosecha de metales, este tipo de competiciones frente a representantes de otros países es mucho más que un evento deportivo “porque nos permite la interacción social con deportistas de otros países, conocer sus inquietudes, y esa experiencia es muy productiva”, señala antes de apuntar que en el plano competitivo “no tenemos nada que envidiar a los demás países. Tenemos deportistas muy competitivos y por lo que he podido ver y comparar estamos a un nivel top”.
Pero su campaña 2025 le iba a deparar varias alegrías más, “ya que a nivel autonómico conseguí tres medallas de plata en el Campeonato de Madrid, y a partir de ahí empecé a preparar la prueba de fondo de 3.000 metros para el Campeonato de España, donde logré un bronce muy meritorio y emocionante, sobre todo por los rivales con los que me tuve que medir”.
Llegaría entonces la hora de las competiciones en aguas abiertas y también en ese exigente escenario dio la talla, como él mismo relata. “Primero conseguí la medalla de plata en la Global Ocean Cascais de Portugal, luego el bronce en la Travesía Hoces del Duratón, y por último un octavo puesto en el Descenso del Navia, prueba de la Copa de España sobre una distancia de 7,5 kilómetros”.
Puesto a hacer balance de este curso, Fernando admite abiertamente que “ha sido una temporada de ensueño. Siempre me dicen que soy un poco llorón y me quejo bastante, pero he conseguido nada menos que 21 medallas y por eso digo que el año ha sido redondo, pleno. Difícilmente se puede pedir más”, reitera.
Por último, y en lo que se refiere a sus próximos objetivos en lontananza, advierte primero que “lo primordial es mantenerse en forma y que las lesiones respeten”, antes de detallar que “a corto plazo tengo la vista puesta en tres pruebas de los Campeonatos de Madrid y en ir mejorando marcas. Luego tengo unas jornadas de fondo de 800 metros de cara a los Campeonatos de España del mes de marzo. Y a partir de ahí igual nos aventuramos de nuevo en aguas abiertas, ya que me gustaría introducirme en la Copa de España, coquetear con el circuito y ver la variedad de etapas que hay. De todas formas, mi entrenadora es la que me va motivando y vamos viendo qué nos puede cuadrar”. apostilla.
«NO QUEDA OTRA QUE ESTIRAR EL DÍA Y HACER MALABARES PARA ENTRENAR»
Llegados a este punto, tocaba preguntarle por la fórmula para compaginar sus exigentes entrenamientos con los quehaceres laborales y familiares -tiene dos hijos- y no oculta que “no queda otra otra que estirar el día y hacer malabares para entrenar, pero la motivación lo puede todo. Voy sacando la rutina como buenamente puedo, a veces cuando salgo de trabajar entrenando hasta las once de la noche, y otras me toca levantarme a las cinco de la mañana para ir a la piscina antes de incorporarme”, comenta antes de destacar las facilidades que le ofrece el ADN Móstoles, en el que sigue enrolado, aunque a veces por razones logísticas también dispone para entrenar del complejo El Galeón de Moraleja de Enmedio. Las sesiones de gimnasio las realiza en la unidad de la UPR en la Casa de Campo, donde también aprovecha para salir a correr.
Uno de los argumentos que más utiliza a la hora de motivarse para seguir en la brecha tiene ver con los beneficios que la práctica deportiva conlleva a la hora de ejercer su labor de Policía Nacional. “La verdad es que te activa mucho en una profesión tan exigente como la mía, en la que nos toca intervenir allá donde nos reclaman. Al final el deporte no solo ayuda en el plano físico, sino también en el mental, y en mi trabajo es tremendamente importante tener equilibrio físico y mental, algo en lo que la natación me ayuda mucha”, recalca.