La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un verano «más cálido y húmedo de lo habitual» para la Comunidad de Madrid tras una primavera climática que ha sido «extremadamente cálida y muy seca» en la región. Así lo ha destacado el delegado territorial de la Agencia en Madrid, Miguel Ángel Pelacho, quien este jueves ha hecho balance de la primavera que está a punto de terminar y ha ofrecido las previsiones disponibles sobre el verano madrileño.

No obstante, el delegado de la Aemet ha advertido que no se puede precisar todavía si va a superar o no al anterior, que fue «un poco extraordinario», caracterizado por muchas olas de calor que además se prolongaron en el tiempo.

Por lo que se refiere a la primavera climatológica -marzo, abril y mayo-, ésta ha sido «extremadamente cálida» y «muy seca», con poca nieve en la sierra y un mes de abril «extremadamente seco», que sólo se ha visto paliado en parte por un mes de mayo húmedo, sobre todo en su segunda mitad y ya entrando en junio.

La temperatura media en este periodo ha sido de 14,1 grados, con una anomalía de 1,9 grados por encima, lo que determina ese carácter «extremadamente cálido» de la estación. En cuanto a las máximas, esa irregularidad se eleva hasta los 2,9 grados, debido en gran parte a un abril que tuvo un carácter veraniego, al igual que la primera quincena de mayo.

RÉCORD EN LA MEDIA DE LAS MÁXIMAS

Así, se ha registrado la media de máximas más alta de la serie histórica, según ha expresado Pelacho, con 21,2 grados, mientras la media entre las mínimas se ha quedado en 7,1, también con una anomalía en positivo de 1,1 grados.

En concreto, el mes de marzo fue «muy cálido», el quinto mayor de la serie, con una máxima de 28,1 grados registrados a final de mes en Aranjuez, en tanto que la mínima de la Comunidad la tuvo Navacerrada el día 1 con -10,7 grados.

Por lo que se refiere a abril, fue «extremadamente cálido», con una anomalía de hasta cinco grados y medio en las máximas, algo que el propio delegado de la Aemet en Madrid ha tildado de «barbaridad». El día 28 de este mes se registraron 34,2 grados en Aranjuez y 30,9 en El Retiro, mientras que la mínima la tuvo Rascafría el día 5 con -5,2 grados. Todo ello confirma a abril como «el segundo más cálido de la serie, con varias efemérides en las máximas y mínimas que en muchos días se acercaron a valores tropicales.

En cuanto a mayo, Miguel Ángel Pelacho lo ha definido como un mes «normal», más húmedo y frío sobre todo en su segunda quincena, aunque con unos primeros días que sí fueron veraniegos, con una máxima de 32,8 en Aranjuez el día 3 y una mínima de -3,5 el día 17 en Rascafría.

PRECIPITACIONES

Por lo que se refiere a las precipitaciones, la primavera fue «muy seca», con sólo un 61% de lo que cae habitualmente en la Comunidad de Madrid. Cconcretamente 90,4 litros por metro cuadrado, un registro «muy bajo», comparado con la serie histórica, aunque no el más bajo.

Así, marzo fue seco, con la mitad de las precipitaciones habituales, y abril resultó «extremadamente seco», pues «prácticamente sólo llovió dos días» y se recogió el 13% de lo habitual para este mes. De hecho, abril sí fue el segundo más seco de la serie tras el de 1970.

Por el contrario, mayo superó el 100% de la precipitación habitual, hasta aportar él sólo 61,4 litros por metro cuadrado, fundamentalmente a través de tormentas muy localizadas, pero «muy intensas». Especialmente significativas fueron las lluvias torrenciales de los días 25, 27 y 29 de mayo, episodios que habrían concluido ya y dado paso a unas lluvias más homogéneas.

Durante la primavera sólo se registraron siete días de nieve en la sierra de Navacerrada, con doce de presencia de ésta en el suelo, «muy poco» en comparación a lo habitual, ha explicado Pelacho, quien ha señalado que es la segunda primavera con menos nieve tras la de 1997. De hecho, el mes de abril marcó una efeméride a la baja de precipitación en Navacerrada, con 15,2 litros por metro cuadrado.

El ascenso en la temperatura media de la sierra, la escasa precipitación y su tardía caída a finales de mayo, cuando hace más calor, explican que apenas haya caído nieve en la sierra, la cual ha sufrido su primavera más seca desde 1946.

Con estos datos, el año hidrológico acumula hasta el 31 de mayo 361,1 litros por metro cuadrado, el 86% de lo habitual, por lo que mantiene su carácter «seco» y permite seguir hablando de «sequía meteorológica».