El PP de Alcorcón ha denunciado que los nuevos contenedores de basura instalados restan visibilidad en el tráfico. Sobre todo en zonas como la avenida de las Retamas. «Las nuevas ubicaciones cuentan con la oposición de gran parte de los ciudadanos de la zona y también de la hostelería», dicen los populares.

En este sentido, hacen referencia a un informe de la Unidad de Tráfico y Atestados de la Policía Municipal, con fecha 2 de junio de 2022, que verifica que «debido al gran tamaño de los contenedores como visiblemente más voluminosos que las anteriores islas ecológicas, pueden dificultar que no impedir la visibilidad anticipada de los vehículos que pudieran circular por el interior de las rotondas».

Por ello, la portavoz del PP local, Ana Gómez, que puso este hecho en conocimiento de la alcaldesa y los responsables de Seguridad, ha pedido a Natalia de Andrés que estudie nuevas ubicaciones para la colocación de los contenedores en Las Retamas. Un estudio técnico, que «debe realizarse en más puntos y ubicaciones de la ciudad».

ESMASA LO NIEGA

Por su parte, ha sido el segundo teniente alcalde y presidente de ESMASA, Jesús Santos, el que ha dicho que «tal como acredita la Policía Municipal, los nuevos contenedores no interfieren ni impiden la visibilidad de conductores o peatones», añadiendo que «deben respetarse escrupulosamente los límites de velocidad de las vías, así como las prioridades de paso establecidas en las normas de circulación».

Asimismo, Santos ha defendido que la ciudad se está adaptando al marco legal. «El modelo de soterrados se hizo pensando en 4 contenedores. Muchas de las ubicaciones no están preparadas para albergar un 5º foso», por lo que «los contenedores de superficie son una solución más higiénica, económica y salubre que los fosos».

También ha explicado que «la apertura de cada foso rondaría los 20.000 euros», y que «sólo abrir los fosos de la primera fase del orgánico costaría 1,6 millones de euros y casi 3,5 millones en total. También el coste del contenedor varía: 6.400 euros por cada soterrado frente a 1.291 de los de superficie».

Finalmente, en materia de accesibilidad, el presidente de ESMASA ha defendido que «los nuevos contenedores son accesibles si el bordillo es menor de 10 centímetros. Estamos buscando soluciones, como la construcción de rampa», insistiendo en que tanto en tiempo de recogida como accesibilidad, «la carga bilateral es un sistema más flexible a la hora de adaptarse a las demandas de la ciudad».