Salto inicial del partido entre el Burgos y el Urbas Fuenlabrada (ACB Photo)

Le ha costado sangre, sudor y lágrimas al Urbas Fuenlabrada mantener su plaza en la Liga Endesa, pero lo ha conseguido en la última jornada gracias a su apoteósica conquista del Coliseum burgalés, donde se ha impuesto por 66-83 a un rival directísimo por la permanencia para certificar su continuidad en la máxima categoría del baloncesto español.

Los de Raventós dependían de sí mismos y el 0-8 inicial daba muestra de la ambición con la que encaraban tan decisivo duelo. Existía la posibilidad de salvarse sin necesidad de ganar, pero para ello tenían que perder Andorra y Zaragoza. Y no estaban las cosas para especular. sino para ir decididamente a por el partido pese a tener que jugarse la vida fuera de casa y en un pabellón repleto hasta las topes.

El Hereda San Pablo Burgos era el que peor lo tenía de los cuatro equipos que luchaban por mantener la categoría, ya que debía ganar y esperar otros resultados, pero hasta el descanso ha respondido a todos los arreones de un ‘Fuenla’ tremendamente mentalizado (31-31).

EL TERCER CUARTO, DECISIVO

Tras el descanso, sin embargo, el partido se ha volcado decididamente del lado visitante y la presión ha acabado pudiendo con los de Paco Olmos. El 17-28 del tercer cuarto, que ha finalizado con 48-59, ha dejado el asunto casi finiquitado y los fuenlabreños han abortado todos los intentos locales de recortar una brecha que no ha hecho sino ensancharse hasta el 66-83 final.

Dusan Ristic (21 puntos y 8 rebots) y Leo Meindl (21 y 6 rebotes) han sido con diferencia los más acertados a nivel ofensivo en el Urbas, aunque todo el mundo ha aportado su granito de arena en tareas defensivas para reducir a la mínima expresión la producción anotadora del Burgos, que finalmente cae a la LEB Oro junto al Morabanc Andorra.

El ‘Fuenla’, que solo había ganado un partido a domicilio en toda la temporada, ha firmado su mejor actuación como visitante en el momento más oportuno, ya que le ha valido nada menos que para certificar una permanencia que hace dos jornadas parecía tremendamente complicada. Y lo ha hecho en presencia de 150 aficionados que les han acompañado y han disfrutado de una experiencia seguramente única porque su equipo seguirá siendo de ACB.