España es uno de los países del mundo más castigados por el coronavirus. No en vano tenemos de las tasas más altas de contagios y fallecidos por Covid-19. Y especialmente dura está siendo la situación en la Comunidad de Madrid, en municipios del sur de la región, como Móstoles, Leganés, Fuenlabrada, Alcorcón o Getafe.

Fundamentalmente en sus hospitales y residencias, cualquier ayuda es poca. Desde el inicio de la crisis, los sanitarios han venido demandando equipos de protección para evitar el contagio y la propagación de este virus letal. Y ante la lentitud burocrática, las acciones solidarias del pueblo español han sido la mejor respuesta a las plegarias de los médicos y enfermeros. Toda una lección.

La solidaridad, por fortuna, no entiende de fronteras. Y así tenemos casos como el del Batallón Torreño. Un grupo de voluntarios compuesto por ocho vecinos del municipio toledano de La Torre de Esteban Hambrán, a 50 kilómetros de la capital, que han abierto un pasillo de ayuda y envío de EPIs hasta el sur de Madrid. Ellos son Rubén, Roberto, Verónica, Juan Carlos, José María, Ángela, Rafael y Sergio, precursor de esta iniciativa que nació tras una conversación con una amiga suya, enfermera del Hospital de Móstoles, donde el coronavirus ha hecho estragos.

Tras la petición de auxilio, Sergio y sus compañeros se pusieron manos a la obra a fabricar batas de plástico, siguiendo las directrices del personal sanitario. También del cuñado de Sergio, que diseñó el boceto de las batas aportando su granito de arena. Y en un día, sumando esfuerzos, consiguieron elaborar 300 batas, de las cuales 200 fueron recibidas por el Hospital de Móstoles como agua de mayo y otras 100 llegaron a una residencia de Boadilla del Monte.

El boca a boca, afortunadamente, hizo el resto. Bomberos y policías, afincados también en La Torre de Estebán Hambrán, ayudan en el transporte de estas batas, donde ahora se incluyen guantes, mascarillas y geles donados por empresas locales como Torrecaza o Abonos Naturales Hermanos Aguado. Incluso mascarillas que ellos mismos fabrican y que ya están en residencias y hospitales de Fuenlabrada, Leganés o Alcorcón.

1.000 BATAS DIARIAS

De 300, el Batallón Torreño ha pasado a realizar 1.000 batas diarias que confeccionan de forma altruista y sin ningún ánimo de lucro en un bar del pueblo. Todo por ayudar allí donde más lo necesitan. Un establecimiento, previamente desinfectado, que se ha reconvertido en una fábrica de cooperación y esperanza ante esta situación.

«El único objetivo es ayudar a todo el mundo que nos lo pide. Lo único que queremos es que les llegue el material a quién de verdad lo necesita», explica Sergio a Al Cabo de la Calle, justo un día después de haber entregado en el Hospital Universitario de Fuenlabrada y la residencia Los Pinos de Leganés: 1.400 manguitos, 700 batas, cientos de calzas y 30 máscaras de protección también elaboradas por ellos.

En Leganés también, las residencias Valdeluz y Los Frailes, de las más castigadas por el coronavirus, han recibido del Batallón Torreño 150 batas cada una. Y en Alcorcón, por ejemplo, van a llegar 200 batas a la residencia de mayores de Campodón.

Una muestra más de como pequeños gestos, sumados a otros, son capaces de salvar vidas en momentos tan terribles como los que está viviendo hoy España.