Difícil imaginar un desenlace más traumático que el duelo de este pasado sábado entre el Fuenlabrada y la Ponferradina. Los fuenlabreños llegaron al minuto 88 ganando por 2-0 y dando prácticamente por seguros tres puntos vitales de cara a seguir manteniendo una mínima esperanza de salvación, pero todo saltó por los aires en un tramo final de auténtica pesadilla que se saldó con una inimaginable remontada visitante que deja al ‘Fuenla’ virtualmente descendido, ya que está a 12 puntos del Málaga y el Sporting con 15 por disputar.

Ni que decir tiene que esta derrota, sobre todo por cómo se produjo, ha terminado de hundir las esperanzas del conjunto azulón y José Ramón Sandoval no escondía a la conclusión del encuentro que «somos realistas y sabemos que está muy difícil, pero cuanto más lo atrasemos», en alusión al descenso, «mejor». «El vestuario está hundido», admitía, «porque hacemos mucho esfuerzo y no se ve recompensa, pero no vamos a bajar los brazos».

Especialmente crítico se mostraba el técnico madrileño con la labor del colegiado, Ávalos Barrera, «porque aunque el partido estaba totalmente controlado, sabíamos que cualquier acción al límite iba a caer en nuestra contra. Es increíble que mientras hay gente que se está jugando tanto, otros están en el terreno de juego como si no pasara nada. Ha pasado algo que nunca antes había visto en mi vida», denunciaba.

«TENÍAMOS EL PARTIDO GANADO»

Sandoval, que insistía una y otra vez en que «teníamos el partido ganado porque lo habíamos trabajado muy bien», llegaba a plantearse que «no sé si el Fuenlabrada desde lo de Coruña está molestando» visiblemente contrariado porque «ésta era nuestra oportunidad para arrancar y nos han pisado para abajo».

«Todos los podemos equivocar», indicaba en referencia a la labor del colegiado, «pero hay que tener al menos un control del partido y no puede pasar lo que ocurrido en tres minutos, que es donde se nos ha ido la victoria», lo que le llevaba a sentenciar que «ha sido un atropello total».