El descubrimiento de un lince masacrado en El Molar devuelve la ilusión de que haya presencia estable en Madrid
Un lince ibérico ha aparecido tiroteado y decapitado en una finca del municipio madrileño de El Molar. El animal fue cazado de forma ilegal (el lince está especialmente protegido en toda España) y abandonado en esta finca. El Seprona de la Guardia Civil y agentes forestales de la Comunidad de Madrid investigan el suceso.
El lince ibérico estuvo al borde de la extinción en las últimas décadas del siglo pasado. La caza furtiva, los venenos y los atropellos diezmaron sus colonias hasta el punto de que en los años ochenta del siglo XX apenas prosperaban unas decenas de parejas reproductoras en el Coto de Doñana, las sierras andaluzas de Cazorla, Segura y Las Villas, y algunos rincones de Extremadura y el sur de Portugal.
Gracias al esfuerzo de las administraciones públicas y las organizaciones en defensa de la naturaleza, la población del lince ibérico se ha recuperado y su presencia en libertad está constatada en varias comunidades autónomas y en Portugal.
En concreto, según el último censo del lince ibérico elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica, a finales de 2023 vivían en libertad 527 linces en Andalucía, 417 en Castilla-La Mancha, 157 en Extremadura, 7 en Murcia, y 191 en Portugal.
En la Comunidad de Madrid no hay constancia de parejas reproductoras estables desde hace más de cuarenta años. Es cierto que se han detectado ejemplares en Madrid pero se trataba de animales de paso, procedentes de regiones limítrofes, sobre todo de los Montes de Toledo; pero que no garantizan la presencia estable del lince ibérico en la región.
El hallazgo del lince masacrado en El Molar, a pesar de la pena que causa la agresión criminal a un animal tan magnífico, vuelve a despertar la ilusión de que, probablemente, haya presencia estable del lince en Madrid.