Ecologistas en Acción ha denunciado la aparición de unos 5.000 kilos de planchas de uralita (amianto) en un camino público de Alcorcón, junto a la carretera de los Pantanos, por lo que han solicitado su acotamiento y señalización hasta que se produzca su retirada.

«Se trata de peligrosos residuos que pueden afectar a la salud de personas, ganados y medio natural», han recalcado desde el colectivo ecologista, quienes también han alertado a la población del «peligro que representa su manipulación, troceamiento o rotura».

Concretamente, el vertido se encuentra en una nave en ruinas, junto al mencionado camino público y cerca de dos carreteras por las que transitan «cientos de miles de vehículos cada semana», la M-506 y la M-50.

«Es una zona muy transitada por cientos de ciclistas, caminantes y gente que pasea con mascotas, que acceden a las vías pecuarias (vereda de Villaviciosa y Segoviana) y las propiedades colindantes», han destacado.

Asimismo, desde Ecologistas recuerdan que estos terrenos forman parte del Corredor Ecológico del Suroeste de Madrid y que, mientras que la protección de las vías pecuarias corresponde a la Comunidad de Madrid, los «caminos públicos son competencia del Ayuntamiento de Alcorcón», y es a estos a quienes piden su retirada, «controlada por empresas autorizadas».

RECLAMAN MEDIDAS PROVISIONALES

Mientras se solventa este punto, reclaman que se adopten medidas provisionales que acoten y señalicen el lugar del vertido, al objeto de evitar la exposición de la población a tan peligrosos materiales, a quienes recomiendan extremar su precaución cuando se encuentre en presencia del amianto «evitando su contacto o manipulación».

Además, la asociación ecologista también solicita al Gobierno local que tome medidas disciplinarias «sobre este propietario privado –incluso la medida legal de la expropiación del bien– si continúa exponiendo a la sociedad a riesgos graves por una dejación de responsabilidades privada».

«Una medida ejemplarizante puede ser el mejor modo de mostrar que la propiedad tiene una serie de obligaciones sociales, como la defensa de la salud pública, que están por encima de otros derechos», han afirmado los ecologistas.

Finalmente, han expuesto que esta antigua nave industrial abandonada sería «un sitio perfecto para ubicar un futuro Centro de Interpretación del Corredor Ecológico del Suroeste, que una los ríos Manzanares y Guadarrama, y de una continuidad natural y preserve los valores ecológicas de esta zona a cuidar».