Otro estigma más en la gestión de Ganemos Pinto para despedir este controvertido 2017. Y esta vez viene desde dentro del Ayuntamiento. Del propio comité de empresa que no aguanta más la desidia de un equipo de Gobierno amortizado.

El Ejecutivo de Rafael Sánchez prepara para este viernes, 22 de diciembre, una Fiesta de Navidad simbólica. Concretamente un acto para felicitar las Pascuas -término que no gusta mucho al alcalde, es cierto- a los trabajadores municipales. Sin embargo, el comité de empresa ha llamado a los empleados al boicotear este evento para protestar por la gestión de Ganemos Pinto. Una administración caracterizada por la “dejadez” y el “abandono”. Y no lo decimos nosotros como medio de comunicación, sino el propio comité en un comunicado. Hay que dejarlo claro por si el alcalde llegará a pensarlo. Muy dado, Rafael Sánchez, a ver fantasmas y en estas fechas haberlos haílos, como bien describía Charles Dickens.

Pero la cuestión es: ¿por qué están molestos los empleados municipales? Pues sus razones tienen. Como las promesas incumplidas en cuanto a, por ejemplo, el calendario laboral de 2018, que aún no se les ha presentado. O, por ejemplo, en lo referente a cubrir el puesto de jefe de negociado de Secretaría, donde el comité de empresa alerta de la posibilidad de ser designado por ‘dedazo’. Adiós a la promoción interna. Al mérito y la capacidad. Dos aspectos que, por desgracia, brillan por su ausencia en el Gobierno local.

Así pues, no es de extrañar que en el Ayuntamiento se auguren unas ‘Infelices’ Navidades para los empleados municipales, sometidos a los desaires y vaivenes de su Gobierno. Una más del Ejecutivo que no tiene precio como apaga fuegos.

El año 2017 en Pinto ha servido para desenmascarar a su alcalde. Recuerden, el edil de las dos caras. Jeckyll y Hyde. El primero que llegaba a acuerdos, como el de este último Pleno del año con la viabilidad de Aserpinto. Y el segundo rostro, el agriado que también levantaba a medio pueblo dejando sin subvención los encierros durante las fiestas, saltándose lo pactado por todos los grupos. O a la familia de Pintogym, quien aún a día de hoy sigue recogiendo firmas a buen ritmo para denunciar lo que ellos consideran un atropello perpetrado por aquel en quien confiaron. Esta afrenta se ha quedado guardada en muchos pinteños hoy ya desengañados.

Pero como estamos en Navidad siempre queda un hueco para la magia. Para la ilusión. Ya hemos hablado de Dickens y su Cuento de Navidad. Nuestro ‘querido’ alcalde guarda algún que otro parecido con Scrooge, el personaje de Dickens al que se le aparecían por estas fechas tres fantasmas que le mostraban como el camino de la ruindad no lleva a ningún sitio. Quién sabe, por aquello de ‘En Navidad, nada es imposible’. el carácter agriado de Rafael Sánchez se torne en agradable y estas ‘Infelices’ Navidades sean solo un mal sueño.