La legislatura en Alcorcón llega a su fin. También la carrera política de la alcaldesa, por lo menos hasta mayo. Y habrá que ver si luego no se recoloca por algún lado, que no sería descabellado, pues al abrigo del dinero público se vive francamente bien.

Natalia de Andrés anunciaba recientemente que no se presentará a las elecciones municipales del 2023, cuando en septiembre confirmó justamente lo contrario. Suena más a un toque de arriba, de la Dirección del partido, que a motivos personales, como dijo la regidora en rueda de Prensa. Pero no seremos nosotros quienes echemos al traste la ‘ilusión’ de una alcaldesa condenada. Bastante penitencia es esto ya.

Y es que arrastrar una condena a cinco años de inhabilitación para gestionar y administrar bienes ajenos públicos y privados es una losa imposible de levantar. Sobre todo cuando, para más inri, la sentencia dice que usted, como aquellos que le rodeaban, no tenían intención de recuperar el dinero de todos los vecinos sepultado en ese monstruo llamado CREAA.

Sin embargo, la alcaldesa se ha mantenido en esa cerrazón hasta que se ha topado con la tozuda realidad. Así acaban 24 años de carrera en la política municipal. Dos décadas y media viviendo en y del Ayuntamiento de Alcorcón. De lo público, vamos. Algún día, seguimos esperanzados, se impondrá esa ansiada limitación de tiempo para los cargos y cargas públicas.

Más vale tarde que nunca, pensarán algunos. Pero ojo: que es peor el remedio que la enfermedad. Así el PSOE ya tiene otra aspirante a lideresa, que no es otra que Candelaria Testa, vieja conocida también de la política municipal y actual concejal de Hacienda. En su carta de presentación hacía suyo el legado de Natalia de Andrés, a la que define como “ejemplo” y “referencia”. Y nos preguntamos: ¿de qué puede ser ejemplo una alcaldesa condenada por la quiebra de una empresa municipal y dilapidar así el dinero de los vecinos de Alcorcón? Francamente, de nada bueno.

Afortunadamente, los vecinos de Alcorcón saben de donde viene el aire y tienen una oportunidad de demostrarlo dentro de seis meses. A buen seguro que no indultarán a este PSOE, que cuatro años después no ha aportado nada positivo para la ciudad. Y aunque la mona se vista de seda, mona se queda, pues ante una copia y el original… Ya se sabe.

Para evitar cuatro años más de desidia, condenas y dejadez, recordemos al crítico literario George Jean Nathan, que decía que “los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan”. Y para que no se vuelva hacer largo, en mayo de 2023 hay que acudir a votar. Es el único instrumento que nos queda para evitar que la Democracia se nos vaya por el sumidero de la historia. Y a nivel municipal, en el día a día, es donde realmente se consiguen los cambios.