Como el que oye llover. Así actúa el Ayuntamiento de Getafe ante las reclamaciones de los vecinos de las calles Paraguay y Fernando Trueba, ubicadas en el barrio de El Bercial.
Hace más de una semana que alertaron a este periódico de la presencia de ‘inquilinos’ indeseables como las ratas.

No es que roedores del tamaño de un elefante se paseen a sus anchas por las maltrechas calles de un barrio abandonado por el Gobierno socialista, sino que llegan a colarse dentro de sus hogares, ocupando los falsos techos donde mueren, finalmente, gracias al veneno que los propietarios usan para intentar atajar el problema.

Sin embargo, las ratas no se dan por vencidas y siguen llegando a estos domicilios, a los que ningún responsable municipal se ha dirigido después de que denunciaran públicamente su situación. Muchos de ellos se están planteando incluso fumigar las comunidades enteras a través de empresas privadas. Pero sería desvestir a un santo para vestir a otro, pues las colonias de roedores campan a sus anchas en un barrio, El Bercial, donde la basura acumulada está a la orden del día.

La gestión de los residuos es una asignatura pendiente de esta alcaldesa, como bien se lo recordaron este pasado viernes desde la Plataforma para el cierre del vertedero de Pinto, que se manifestó frente al Ayuntamiento de Getafe, para pedir a Sara Hernández, en tanto que presidenta de la Mancomunidad del Sur, que evite la construcción de una macroplanta de reciclaje en el municipio.