Un radar en un tramo de la A-5 anticipará de manera piloto la reducción de velocidad de 70 a 50 km/h. en dicha autovía de entrada a la capital. Además, el Ayuntamiento de Madrid va a destinar uno de los carriles de entrada a carril bus en sentido entrada. Estas son las primeras medidas que tiene pensado acometer el Gobierno de Manuela Carmena en el Paseo de Extremadura.

La transformación a vía urbana de la autopista se acometerá en una segunda fase en un tramo de once kilómetros entre la avenida de los Poblados, a la altura de Cuatro Vientos, hasta Batán.

Los trabajos incluyen la construcción de una conexión directa desde la avenida de los Poblados a la A-5, sentido entrada. También en sentido entrada se instalarán semáforos en la nueva conexión desde la avenida de los Poblados y otro a la altura de la carretera a Boadilla, desde donde establecer acceso directo a futuros dos carriles de circulación sin tener que utilizar el carril bus como de aceleración.

Las obras planificadas por el Ayuntamiento en una segunda fase afectarán a un tramo de 11 kilómetros

Igualmente se reducirá el límite de velocidad de 70 a 50 kilómetros por hora en todo el tramo, tanto de entrada como de salida de la ciudad. Para ir adaptándose a esta velocidad el área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid instalará en sentido salida ese radar de tramo entre los puntos kilométricos 4.000 y 5.750.

También se peatonalizará la entrada a la A-5 desde la calle Padre Piquer en una segunda fase con un bulevar, actuaciones que se extenderán a la calle Carabias con una nueva zona estancial, y se permitirá un giro a la izquierda desde la avenida de los Poblados hacia la nueva conexión con la A-5 mediante un cruce semaforizado, de manera que se descarga la glorieta partida con las calles Meliloto y Tembleque.

El concejal de Desarrollo Sostenible, José Manuel Calvo, ha explicado que la transformación a vía urbana se ha dividido en dos fases. La primera incluye el radar de tramo dado que, como denuncian los vecinos, la velocidad máxima de 70km/h no se cumple dado que una vez que los coches superan el radar de la salida de la M-30 aceleran. Para garantizar que se cumplirán los previstos 50km/h se pondrá en marcha el radar de tramo, que empezará a actuar para reducir la velocidad de forma piloto durante los fines de semana.

La transformación a vía urbana de once kilómetros de la A-5 fue llevada al Pleno por el concejal socialista Chema Dávila. Su proposición fue apoyada por PSOE y Ahora Madrid.