El Ensanche Sur (Alcorcón) ha sido uno de los grandes damnificados por aquel gigantesco proyecto que ideó el socialista Enrique Cascallana, llamado CREAA. En verdad, toda la ciudad ha sufrido las consecuencias desde entonces, pero en especial, el barrio.

Y es que con las plusvalías que generó el desarrollo del Ensanche Sur se presupuestó este megalomaniaco proyecto, con lo sencillo que hubiese sido revertirlo en el propio barrio. Tal vez así, lo que hoy son problemas y promesas incumplidas serían no solo una realidad, sino un polo de atracción que sacara del pozo a Alcorcón.

Legislatura tras legislatura, el Ensanche ha estado en boca de todos los aspirantes a la Alcaldía, que a la hora de la verdad han defraudado a más de un vecino, por no decir a todos. En la pasada, al menos, se levantó la Junta de Distrito, pero en cuatro años, el Gobierno municipal fue incapaz de aprobar proyectos como el ansiado polideportivo, el centro cívico y el esperado Parque Lineal de la Ronda de Naciones Unidas. Mucho se temen en el barrio que esta legislatura, donde repiten PSOE y Podemos junto a Más Madrid, las promesas se las vuelva a llevar el viento.

Eso a pesar de que unos meses antes de las elecciones municipales del 28 de mayo, se presentó el proyecto de polideportivo ubicado entre las calles Martin Luther King, Oceanía, Gabriela Mistral y Diversidad. Y acabará 2023, sin rastro del mismo.

También este año se iba a culminar el famoso Corredor Verde del Ensanche Sur, pero los vecinos se han topado con alcorques vacíos, carbón y ramas secas, incluso árboles talados a mansalva, por no hablar de la falta de luces LED, hartamente prometidas por la ESMASA que preside otra vez un Jesús Santos, más preocupado en otros menesteres que en sumar para hacer mejor este barrio de Alcorcón.

Pero si el Ayuntamiento no cumple con los vecinos, la Comunidad de Madrid no le va a la zaga. Más de una década esperando a que se construya un centro de salud, cuyas obras se incorporaron en los Presupuestos regionales de 2023 y el paraje sigue igual de yermo que siempre.

Así pues, estrenada la reciente legislatura que, si nadie cambia de opinión concluirá en 2027, el Ensanche Sur espera que las administraciones dejen de una vez por todas de hacer política con los intereses del barrio y se pongan las pilas para cumplir con la palabra dada tantas veces e incumplida otras cuantas.