El Museo Nacional del Prado ha reabierto este martes la sala 56 A del edificio Villanueva, dedicada Hieronymus Bosch, más conocido como El Bosco, y que se encontraba cerrada desde marzo por el coronavirus. Además reabre con un montaje museográfico, que «permite una percepción más limpia de las piezas y una optimización del uso del espacio».

Así pues, ‘El jardín de las delicias’, ‘El carro de heno’, Las tentaciones de San Antonio Abad’ o la ‘Adoración de los Magos’ podrán ser de nuevo disfrutadas por el público.

La sala cuenta con un monitor profesional que permite la sucesión animada de detalles de las obras expuestas con un tamaño, en algunos de ellos, hasta doce veces mayor que el original. El museo ha fabricado soportes nuevos para tres trípticos, una mesa vitrina y se ha instalado un nuevo sistema de iluminación, gráfica nueva y una pantalla que permitirá admirar detalles ampliados de las obras.

Asimismo, habrá una nueva gráfica, que aporta información sobre las obras del Bosco, consistente en textos explicativos individuales de cada pieza y un gran texto introductorio que, con un guiño al pintor, muestra su firma autógrafa como colofón.

En cuanto a la personalización de la iluminación de los trípticos, mejorará la percepción general de las obras expuestas, prestando especial atención a la correcta visión del reverso de sus alas. Además, el nuevo color de la sala, un verde más oscuro que en el anterior montaje, realza la gráfica y los tonos de las pinturas e incide más en la iluminación.

También se han instalado fundas de protección multirriesgos a medida (agua, fuego, polvo, humo) que se instalan mediante un procedimiento operativo de una duración máxima de 2,5 minutos y se combinan con diseño de bases de estabilización de los trípticos, reduciendo significativamente los tiempos de retirada de obras a lugar seguro, en caso de emergencia.