Imagen del duelo entre el Leganés y el Alcorcón (foto: laliga.es)
El derbi de la zona sur entre el Leganés y el Alcorcón estuvo marcado en esta ocasión por las urgencias con las que unos y otros encaraban el duelo de rivalidad vecinal. Y esa acuciante necesidad se plasmó con toda su intensidad sobre el césped de Butarque, donde ambos contendientes sabían lo mucho que se jugaban y que cualquier mínimo error podría pagarse carísimo.
En esas circunstancias, el partido fue trabado y sin concesiones prácticamente de principio a fin, así que parecía claro que el desenlace llegaría a través de una acción aislada. Y así fue, un discutible penalti señalado por mano de José Carlos en el minuto 65 se tradujo en el único gol del partido tras el acertado lanzamiento de Juan Muñoz.
Ese solitario gol acabó con una racha de tres partidos sin ganar del Leganés, que amplía su distancia con la zona de descenso hasta los 5 puntos. Su situación sigue siendo complicada y está muy lejos del objetivo fijado a principios de temporada, pero este triunfo resultó verdaderamente balsámico.
Así lo entendía Mehdi Nafti a la conclusión del encuentro al admitir que «es más una sensación de alivio que de felicidad porque estos tres puntos son importantísimos», señaló antes de destacar que «mucho de la victoria se lo debemos al empuje de la afición» e insistir en dar «mucho valor a este triunfo porque es un alivio tremendo para nosotros».
El Alcorcón, por contra, encadenó su 16ª jornada consecutiva sin conocer la victoria y ve alejarse un poco más sus opciones de salvación. Los de Fran Fernández cierran la 25ª jornada (a falta del resultado del Zaragoza) a 16 puntos de distancia de los puestos de permanencia y la sensación a día de hoy es que solo las matemáticas permiten que siga aferrándose al sueño de mantener la categoría.