Cabrera celebra s gol frente al Getafe (foto: laliga.es)

Nada, no hay manera. El Getafe sigue sin ganar fuera de casa después de 14 intentonas y su situación vuelve a comprometerse de nuevo. Habrá que esperar a que concluya la jornada para calibrar la trascendencia real de su derrota de este sábado ante el Espanyol (2-0), pero lo más preocupante de todo es que el equipo azulón parece haber perdido de un tiempo a esta parte las señas de identidad que propiciaron su espectacular remontada en la tabla.

Cierto es que los de Quique llegaban al RCDE Stadium con bajas de tanto calado como las de los sancionados Damián, Jorge Cuenca y Aleñá, a las que se sumó la del lesionado Arambarri, pero teniendo en cuenta el fondo de armario con que cuenta el plantel tras el mercado invernal tampoco justifica lo ocurrido frente a un Espanyol mucho más ambicioso de salida y que ha dejado el asunto prácticamente finiquitado en la primera mitad.

El primer susto ha llegado a los 8 minutos, en un autogol de Djené anulado por fuera de juego de Raúl de Tomás, pero en el 17 ha llegado el primer gol de la tarde. Lo ha firmado Leandro Cabrera. Y de cabeza, como suele hacerlo. En su día fue jugador del Getafe y no le fue nada mal, aunque su efusiva celebración ha dejado poco espacio para los sentimentalismos.

EL SEGUNDO, DE CABACO EN PROPIA PUERTA

El tanto ha noqueado a los visitantes, que se han ido definitivamente a la lona con el segundo tanto, marcado en propia puerta por Cabaco tras una excelente acción de Darder que finalmnte ha contado con la inestimable colaboración de la zaga azulona.

El Getafe, desaparecido en combate hasta el descanso, ha salido encorajinado tras la pausa y cerca ha estado de acortar distancias, sobre todo en dos buenas ocasiones de Olivera (49′) y Florentino (67′), pero el paso de los minutos ha ido diluyendo su empuje y el Espanyol se las ha apañado para mantener a buen recaudo el 2-0 sin mayores agobios.