El Museo Nacional del Prado, con la colaboración de la Biblioteca Nacional de España y el apoyo de la Comunidad de Madrid, presentan El marqués de Santillana. Imágenes y letras, una exposición, comisariada por Joan Molina Figueras, jefe de Departamento de Pintura Gótica Española del Museo Nacional del Prado, que ayudará a entender y conocer mejor a esta atractiva personalidad del siglo XV castellano. Puede visitarse hasta el 8 de enero.

Íñigo López de Mendoza, el marqués de Santillana (1398-1458), noble culto y poderoso, se distinguió tanto por cultivar las letras –fue un destacado poeta e historiador de la literatura que reunió una excepcional biblioteca- como por una activa labor de promoción artística.

Junto al Retablo de los Gozos de santa María, obra maestra de Jorge Inglés depositada en el Museo en 2011 por Íñigo de Arteaga y Martín, XIX Duque del Infantado, se reúnen de manera excepcional, ya que se encuentran en colecciones particulares, otras cuatro obras de este mismo autor, que confirman el protagonismo del marqués en la asimilación de nuevas fórmulas pictóricas de inspiración flamenca en Castilla, como son el San Jorge y el dragón de la Leiden Collection de Nueva York y tres tablas que formaron parte del retablo de la Virgen en Villasandino (Burgos).

Los 15 manuscritos suntuosamente iluminados que incluye la exposición, procedentes en su mayoría de la Biblioteca Nacional, son destacados ejemplares del libro de lujo del siglo XV y sirven para poner de manifiesto los innovadores gustos estéticos de Íñigo López de Mendoza, que van desde la aceptación de las propuestas del realismo flamenco hasta las renovadoras decoraciones desarrolladas en la Italia del Renacimiento. Junto a ellos, se exhiben también un relieve con la efigie de Alfonso V El Magnánimo​ y dos medallas de Pisanello.

Íñigo López de Mendoza, el marqués de Santillana (1398-1458) fue un destacado poeta e historiador de la literatura que reunió una excepcional biblioteca

Desde una perspectiva científica, cuatro son los objetivos principales de la exposición y de los estudios del catálogo que la acompaña. En primer lugar, presentar el Retablo de los Gozos de santa María bajo nuevas perspectivas que pongan de relieve su excepcionalidad formal e iconográfica en el contexto de la pintura hispana de mediados del siglo XV. Igualmente se pretende ahondar en los particulares usos y percepciones que tuvo en su marco topográfico original, el antiguo hospital de Buitrago.

MANUSCRITOS CASTELLANOS

La inclinación del marqués hacia el nuevo lenguaje septentrional, y su expresión a través de los encargos a Jorge Inglés, constituye el segundo objetivo de la exposición. En este ámbito, además de pinturas, es relevante la presentación de algunos manuscritos castellanos que, muy probablemente, cuentan con iluminaciones de signo flamenco anteriores a la realización del retablo, circunstancia que pone de relieve su preeminencia cronológica en la rápida asimilación de este nuevo lenguaje visual por parte del marqués.

La tardía pero decidida afición de Santillana hacia los libros humanistas constituye el tercer vértice la muestra. Es allí donde se abunda en su relación indirecta con Vespasiano di Bisticci, uno de los libreros más activos en la Florencia cuatrocentista, pero también con otros destacados bibliófilos hispanos, como el monarca Alfonso el Magnánimo y los nobles castellanos Nuño de Guzmán e Iñigo Dávalos, todos ellos relacionados con destacados representantes del humanismo italiano.

Por último, el cuarto y conclusivo objetivo intenta desentrañar hasta qué punto las inclinaciones estéticas del marqués deben interpretarse, más allá de un refinado e innovador gusto, como una manifestación de prestigio y autoafirmación en un contexto político de fuertes enfrentamientos entre los miembros en el estamento nobiliario. Una interpretación que, en otro orden de cosas, también puede aplicarse a la propia biblioteca, expresión del signo legitimador de la cultura en el Cuatrocientos.