El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, en colaboración con la National Gallery de Londres, presenta una retrospectiva dedicada al pintor británico Lucian Freud (1922-2011), con motivo del centenario de su nacimiento.

Medio centenar de sus obras, que se pueden ver del 14 de febrero al 18 de junio, con alusiones a los grandes maestros. Desde Holbein, Cranach, Hals, Velázquez, Rembrandt o Watteau hasta Ingres, Courbet, Rodin o Cézanne, aunque esa vinculación convive con una fuerte voluntad de independencia. La primera gran retrospectiva que se organiza desde su muerte en 2011.

La muestra se divide en varias secciones que, de forma más o menos cronológica, repasan la evolución y la temática del pintor: ‘Llegar a ser Freud’, dedicada a sus primeras obras, con una decidida voluntad figurativa frente a las corrientes abstractas dominantes; ‘Primeros retratos’, en los que se manifiesta ya su deseo de capturar la esencia de sus modelos; ‘Intimidad‘, que muestra su predilección por retratar a personajes de su entorno; ‘Poder’, retratos de personajes que acepta realizar siempre que acaten sus condiciones de trabajo; ‘El estudio’, su espacio de trabajo convertido en protagonista de su obra, y ‘La carne’, retratos de desnudos que evidencian una profunda observación del cuerpo humano y de la mortalidad de la carne.