Imagen del partido entre el Voley Pinto y el Collado Villalba (foto: Iván Atance)

El pabellón Príncipes de Asturias fue testigo este pasado sábado de uno de esos partidos que queda en la memoria colectiva de un club. De esos que perdurarán por años. No había ascenso en juego. No se peleaba por mantener la categoría. Símplemente fue una tarde-noche de comunión. De comunión de un club con su afición, con su cantera.

El Club Voleibol Pinto vive un momento dulce en cuanto a participación y nivel deportivo y no se le ocurrió otra cosa que rendir homenaje a sus más pequeños. A esos que representan el futuro de la entidad. A los seis equipos alevines del club, que justo antes del pitido inicial saltarían al parqué pinteño recibidos por un pasillo de honor de los jugadores del primer plantel. El resultado, más de 500 espectadores en las gradas para dejar, por una vez, pequeño el Príncipes.

Lo que vendría después sería una oda al deporte con un segundo set que hizo las delicias de grandes y pequeños y que tuvo que llegar al punto 44 para conocer vencedor. Grupo Egido Pinto, espoleado por un pabellón entregado, sumaba tres puntos más, y su cuarta victoria consecutiva, ante un batallador CV Collado Villalba que, pese a estar luchando por no descender, demostró, con creces, que un derbi es un derbi.

Los de Jordi Lloreda empezaron muy enchufados el choque. Incisivos con el saque, su sólido bloqueo empezaba a marcar las primeras distancias. Villalba no encontraba respuesta lo que llevaba al técnico visitante, Piru López, a parar la contienda mediado el set (16-12). No hubo reacción, Pinto continuaba con ese pequeño colchón que le era suficiente para elevar el primer set al electrónico (25-17).

UN SET PARA LA HISTORIA

En el segundo parcial, la locura. Pinto mantenía el bloque mientras que Villalba metía en la partida al punta argentino Sabatini y posteriormente al cubano Yainel Chávez. En la sucesión de golpes nadie parecía dispuesto a ceder ni capaz de abrir brecha. Pinto tomaba una pequeña ventaja en el tramo final que parecía decisiva (23-21), Villalba le daba la vuelta (23-24) y a partir de ahí…el Príncipes sostuvo a su equipo en los momentos más críticos, cuándo Villalba parecía llevar las tablas al marcador, y lo empujó a la victoria en el momento de la verdad. El 44-42 definitivo, tras un ataque por zona cuatro de Alberto de Miguel, desató la locura en el feudo pinteño.

Y ahí acabó el choque. Villalba acusó el golpe y no volvió a meterse en el partido ante un Pinto que tomaba la directa para no alargar, conscientes de la calidad de los visitantes, más de la cuenta la partida (25-18).

Así las cosas, Pinto sigue mirando la parte alta de la tabla y es quinto con 27 puntos, a uno solo de Arona, cuarto clasificado. Este fin de semana viaja a Vigo para enfrentar al equipo local, tercero a sólo tres puntos de la segunda posición ocupada por San Sadurniño que permite disputar fase de ascenso a Superliga, la máxima categoría del voleibol español.