El servicio de Inspección Educativa de la Comunidad de Madrid ha concluido que no se ha producido trato «degradante» ni «acoso» al menor con autismo de 8 años que estudió en el colegio de educación especial (CEEP) Santiago Ramón y Cajal de Getafe, y cuya familia denunció trato vejatorio por parte de tres trabajadores del centro.

Esta es la principal conclusión de la información reservada que se abrió el pasado 18 de abril en relación por la denuncia de hostigamiento y acoso a este menor y después de que salieran a la luz unas grabaciones de audio que captaban las conversaciones de los trabajadores con el alumno.

Tras el análisis completo de los audios (con más de 20 horas de grabación) y revisión del caso, la Inspección educativa ha concluido que «no se desprende un trato degradante hacia el menor ni ningún hecho que pueda ser constitutivo de responsabilidad disciplinaria por el delito de acoso» a funcionarios docentes del citado centro.

Una vez concluido este expediente de información reservada, que tenía como objeto revisar si procedía la puesta en marcha de alguna medida por la vía administrativa, desde la Administración educativa aseguran que se sigue a disposición de la investigación judicial, en cumplimiento de cualquiera de las medidas o actuaciones que se puedan dictar por dicha vía.

TRES TRABAJADORAS INVESTIGADAS

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Getafe está investigando a tres trabajadoras del colegio por un presunto delito de acoso y trato degradante así como uno de lesiones psicológicas a este menor.

Además, tomó declaración en calidad de testigos a otras tres personas más, como la directora del centro y la jefa de estudios, y tiene sobre la mesa la solicitud de más testificales que ha solicitado la defensa, como la de los monitores que cuidaban el patio y el comedor.

 

Ante estas denuncias,  la dirección del Santiago Ramón y Cajal de Getafe ha asegurado que al menor de 8 años se le trató con «cariño», «respeto» y desarrollando las medidas ajustadas a sus necesidades educativas, al tiempo que ha recalcado que las acusaciones contra el centro son «totalmente falsas».

También subrayó que se mantuvieron diversas reuniones con la familia del menor, que ya está en otro centro, y que «en ninguna» los padres expusieron «sospecha alguna» del presunto maltrato denunciado.

SATISFACCIÓN EN EL AMPA

Tras el fallo de Inspección Educativa, el AMPA ha señalado que «estas conclusiones nos dejan el doble de tranquilos», ha comentado Olga Belén Gilabert. En este sentido, ha recordado que el jueves hubo una manifestación en apoyo al centro y a la labor educativa que se despliega en el mismo y que están «muy contentos» por este informe que descarta que se haya producido trato vejatorio.