La Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido las manifestaciones del 8M, decisión aplaudida por la Comunidad de Madrid pero criticada por partidos como Podemos.

Su líder y segundo teniente alcalde en Alcorcón, Jesús Santos, ha señalado que «no se trataba de suspender los actos del 8M, sino de regularlos con las medidas necesarias, y pedir responsabilidad para garantizar su seguridad», apuntando que se trata de un «mal precedente».

Eso sí, Santos ha querido dejar claro que «no acudiría personalmente a estas concentraciones, porque por responsabilidad había que limitar aforos y creo que debían tener prioridad las compañeras», pero ha insistido en que «había alternativas».

En este sentido, el líder de Podemos en la Comunidad de Madrid teme «que caigamos en un falso debate que nos haga elegir tramposamente entre salud y democracia, como intentaron hacer con la economía». Y ha sentenciado que «los derechos y libertades no pueden ser algo de segundo orden, sino principios a salvaguardar adaptados siempre a las circunstancias».