Con un rotundo «no», la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés, ha descartado que el Ayuntamiento vaya imponer peajes a aquellos vehículos que quieran acceder al centro de la ciudad, donde próximamente se habilitará una zona de bajas emisiones.

Hace una semana, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, durante la presentación del Global Mobility Hub, avanzó que esta posibilidad se recoge en Ley de Movilidad que está preparando su departamento, y que habilita a todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes y aquellas con problemas en la calidad del aire, a utilizar este recurso.

Sin embargo, la alcaldesa de Alcorcón ha rechazado que su Gobierno esté estudiando esta posibilidad. Además, en rueda de Prensa, ha avanzado que se están licitando los proyectos financiados con fondos europeos, por los que el Consistorio ha recibido 4 millones de euros.

Entre ellos, el de sistema de gestión del tráfico y fomento del transporte público, que permitirá instalar cámaras para saber en qué lugares intervenir, donde haya más afluencia de vehículos, así como dar prioridad a los autobuses. Un sistema que se aplicará entre 2023 y 2024.

También está en proceso de adjudicación del aparcamiento disuasorio en Parque Lisboa, próximo al Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP).

TOPES DE ESTACIONAMIENTO

Por otro lado, el Ayuntamiento ha comenzado la instalación de elementos separadores tipo topes en los estacionamientos de la calle Japón. El objetivo de esta medida es controlar los estacionamientos que introducen partes del vehículo en la acera, impidiendo que invadan la misma y salvaguardando el tránsito de los peatones.

Los topes están fabricados en goma natural y nylon, lo que garantiza la flexibilidad y evita deformaciones producidas por el tránsito o efectos climatológicos. También cuentan con elementos reflectantes. Tienen una altura de unos 5 cm, suficiente para que los vehículos los detecten colocándose a una distancia de entre 30 y 40 cm. del bordillo que separa la acera de la calzada, de forma que cuando las ruedas de los vehículos llegan a estos topes no se invaden las aceras.