La alcaldesa de Arroyomolinos, Ana Millán, se ha mostrado confiada en el archivo de la causa, por la que se le imputan presuntos delitos de malversación y prevaricación, durante su etapa como concejal del Consistorio, tras declarar el pasado 22 de abril en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Navalcarnero.

«Por fin he podido declarar, como solicité desde un primer momento», ha señalado Millán, que se ha mostrado «tranquila y contenta» tras prestar declaración en Navalcarnero. «Confío en la Justicia y en que se archive pronto», ha añadido.

En este sentido, la alcaldesa de Arroyomolinos cree que «esta denuncia política no busca otra cosa que desprestigiarme a mí y a mi partido», pero que «la verdad solo tiene un camino».

PIEZA SEPARADA DE ‘PÚNICA’

El pasado mes de marzo, el Juzgado citó a declarar a la regidora en calidad de investigada. Se trata del proceso que remitió a diferentes juzgados madrileños el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, de una pieza del caso ‘Púnica’ y que no guardaba relación con la misma.

En dicho auto, se exponían los antecedentes de la denuncia, interpuesta el 30 de marzo de 2016 por Carlos Ruipérez Alonso cuando era alcalde de Arroyomolinos y que daba cuenta de una serie de contrataciones presuntamente irregulares con la empresa del ya fallecido J. L. Huerta Valbuena (Waiter Music S. L.) desde el 2004 hasta el 2014, periodo en el que Millán formó parte del Gobierno de Juan Velarde.

Así, el juez llamaba la atención sobre la «particular circunstancia de que se produzcan comidas o reuniones directas entre la concejala responsable, Ana Millán y el futuro adjudicatario, J. L. Huertas Valbuena».

Sin embargo, García Castellón consideraba que en algunos casos, como en los contratos de las fiestas de nochevieja de 2004, reyes de 2005 y el expediente 13/2008, la acción ya había prescrito y Waiter Music S. L. ya no volvió a resultar adjudicatario hasta el año 2014.

Ante ello, el juez señalaba que «no resulta posible inferir la existencia de indicios delictivos en los años 2009 en adelante, pues las contrataciones a las que se presentó Waiter Music, S.L. en el año 2009 bien se declararon desiertos, bien fueron adjudicados a otras empresas».

Eso sí, «cuestión diferente se produce en relación a los hechos relativos a la concejal Ana Millán y su relación con la empresa Neverland, que, sí ofrecen indicios de posible delito que no se encontraría prescrito, más estos no guardan relación con la presente pieza por lo que procedería la inhibición al juzgado de instrucción competente», concluía.

Por eso ahora el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Navalcarnero llamaba a la regidora a declarar. Ahora, tras su testimonio en fase de instrucción, el magistrado decidirá si encausa a Millán o por el contrario decreta el archivo, como confía la alcaldesa.