La falta de aparcamiento se ha convertido con el paso de los años en un problema endémico para los vecinos de Getafe. Pero de un tiempo a esta parte el Ayuntamiento parece empecinado en que encontrar una plaza de aparcamiento libre se convierta para el sufrido conductor poco menos que en descubrir el ‘Santo Grial’.

Los meses de julio y agosto, con muchos miles de getafenses disfrutando del período vacacional lejos de la ciudad, fueron una especie de oasis en medio del problema, pero a la que llegó la hora de regresar al tajo volvió también la pesadilla de aparcar el coche. Más que nada porque a la progresiva supresión de plazas en todos y cada uno de los barrios se ha sumado ahora la coincidencia de una serie de obras cuya consecuencia son calles cortadas y más aparcamientos que se esfuman de la noche a la mañana.

Hay ciudades en las que resulta muy difícil aparcar, otras en las que resulta prácticamente imposible… Y luego está Getafe, donde encontrar una plaza libre se cotiza a precio de caviar del Volga

El malestar por este asunto es generalizado en la práctica totalidad del municipio, pero adquiere cotas verdaderamente preocupantes en barrios como Las Margaritas o Centro-San Isidro, especialmente afectados por trabajos de larga duración que afectan a un buen puñado de calles para desesperación de los residentes.

Así por ejemplo, una vecina de Las Margaritas se ha dirigido expresamente a Al Cabo de la Calle para mostrar su malestar por este asunto, explicando que “siendo las obras algo necesario, y contando con las lógicas molestias que pueden ocasionar a los vecinos, lo peor de todo es la falta de aparcamiento”.

Recuerda en ese sentido que “este barrio ya es complicado de por sí a la hora de aparcar, pero llegando septiembre con la vuelta de las vacaciones y el inicio de las clases en la Universidad” -la Carlos III ocupa parte del barrio- “aparcar es una misión imposible”, asegura, antes de relatar que “en ocasiones he tardado entre media hora y tres cuartos de hora en encontrar una plaza”.

En la zona Centro-San Isidro se ha cerrado un parking provisional y se han reducido al mínimo las plazas en uso

Y para terminar lanza la siguiente pregunta: “¿No hubiera sido más fácil habilitar una zona como parking provisional para que la situación fuera lo menos gravosa posible”. La cuestión que plantea desde luego tiene su lógica, pero está claro que desde el Gobierno local no se ha tenido en cuenta.

DOS OPCIONES MENOS

Y luego está lo de la zona Centro-San Isidro, otro ‘galimatías’ de difícil solución. El aparcamiento provisional que se instaló junto al IES Puig Adam y las plazas existentes en el inicio de la Carretera del Cementerio aliviaban un tanto el problema aunque tocara darse un ‘paseíto’ hasta casa. Pero ahora resulta que ninguna de las dos opciones está disponible.

Las obras del polideportivo San Isidro se han llevado por delante el aparcamiento provisional y otro tanto ocurre con las plazas de la Carretera del Cementerio, suprimidas por completo para ampliar la antigua vía. Y todo ello sin contar con la eliminación de un lado completo de aparcamientos de la calle Padre Blanco por la remodelación de la superficie del parking subterráneo aledaño.

La consecuencia es que a los vecinos de la zona les toca armarse de paciencia y gastar un buen puñado de tiempo y un dineral en combustible para poder estacionar su coche en alguna de las cotizadísimas plazas de aparcamiento que todavía quedan y que, visto lo visto, pueden tener los días contados, si nos atenemos a los derroteros que lleva el Ejecutivo de Sara Hernández.