Yemer Betelihem tras cruzar la línea de meta

La etíope Yemer Betelihem se convirtió en la gran protagonista de la XXII Media Maratón de de Getafe celebrada este pasado domingo. Betelihem pulverizó el récord de la prueba al cruzar la línea de meta en un tiempo de 1:08:22 (a 3:15 el kilómetro), un registro que rebajaba en más de tres minutos la plusmarca que ostentaba la marroquí Fátima Ayachi desde la edición de 2011 (1:11:39). Su 9º puesto en la general final refuerza todavía más lo que fue una portentosa actuación.

No le fue a la zaga su compatriota Belay Birtukan, segunda entre las mujeres y undécima de la general final con un registro de 1:09:11. Y espectacular también resultó la actuación de la getefense Lucía Morales, 65 de la general y tercera en la categoría femenina, que completó la distancia en 1:15:33.

Por lo que respecta a la categoría masculina, el dominio de la representación etíope fue absoluto al copar los tres escalones el podio. El vencedor fue Peter Brandon 1:02:14, a 2:57 el kilómetro), que se impuso en el tramo final a Dekenew Habtamu (1:02:16). Por detrás de ellos entró en meta Sintayehu Dinksa (1:02:37).

Al margen del excelente nivel deportivo, lo más destacable de esta edición de la Media Maratón de Getafe fue que logró congregar a más de 4.300 participantes a pesar de la situación de incertidumbre generada por el coronavirus. Las características del circuito, uno de los más rápidos sin duda del país, y las magníficas condiciones climatológicas ayudaron también a que la carrera, incluida centro de los eventos de Getafe como Ciudad Europea del Deporte, se saldase con un notable éxito de organización para el Club Artyneon, que contó en esta ocasión con la colaboración de Evedeport.

LOS VÁNDALOS ACTUARON DE MADRUGADA

Al margen del éxito de la carrera propiamente dicha, y según ha podido saber Al Cabo de la Calle, los organizadores se llevaron un monumental susto horas antes de su inicio, ya que en la madrugada del sábado al domingo alguien había entrado en el complejo Juan de la Cierva y había destrozado una parte del arco de meta, al que hubo que dar la vuelta para que los daños fuesen menos evidentes, así como diversos paneles publicitarios.

Además, desatornillaron por completo por completo la estructura metálica que soporta el fotocall del podio final y esparcieron el material por toda la instalación, por lo que hubo que localizar a toda prisa otro fotocall para poder proceder a la entrega de trofeos.

Los organizadores denunciaron los hechos a la Policía Nacional, aunque parece difícilmente justificable que la instalación deportiva más emblemática del municipio no dispusiese de seguridad suficiente para evitar estos hechos teniendo en cuenta el calibre del evento que se celebraba y la imagen que supone para la ciudad.