grúa getafe

Clamor popular, político y sindical contra la inoperancia del Gobierno Local. Primero fue el sindicato CSIT Unión Profesional quién denunciaba problemas en el servicio de grúa desde el pasado 28 de diciembre y tras el cambio de gestión. “Se ha producido una gran merma en el servicio, sufriendo un notable aumento de tiempo de espera y un incremento en el tiempo de retirada, con la repercusión que conlleva al servicio, a la circulación y a la seguridad vial del municipio“, decía el sindicato que alertaba que no se había dado conocimiento a la plantilla de la Policía Local sobre el cambio de este servicio.

“Con el anterior contrato, teníamos al menos una persona y una grúa que salía desde las dependencias de Policía Local en el Sector 3. Ahora es similar este servicio a solicitar la asistencia del seguro de tu automóvil”, añadiendo que “hay casos de 51 minutos esperando a que se persone”. De esta manera, CSIT insistía en que “son grúas más enfocadas a asistencia en carretera y su personal no se dedica habitualmente a retirar vehículos incorrectamente estacionados, sino a retirar vehículos averiados en carretera con su conductor al lado”.

El Ayuntamiento de Getafe respondía que se está llevando a cabo el proceso de remunicipalización del servicio y de ahí el cambio de contrato. “Se llevó al consejo de administración de LYMA que es quien lo va a asumir y ningún partido de la oposición se opuso”, apuntaban. “Mientras esto se hace se había acabado el contrato anterior y la empresa no quería seguir, por tanto se ha hecho un contrato puente hasta que se acabe el proceso de remunicipalización que no supondrá pérdida de trabajo y costará menos a las arcas municipales”, insistían fuentes municipales.

«CAOS» EN EL SERVICIO

La situación que ha llevado a este “caos”, como lo califican desde el PP de Getafe, reside en que LYMA no puede hacerse cargo del servicio de grúas en Getafe porque en su objeto social no figura ese cometido. De ahí que se convocara un consejo de administración de la empresa el pasado 22 de diciembre. En esa sesión se incluía un punto en el orden del día para modificar los estatutos e incorporar el citado servicio al objeto social de LYMA. Este asunto se aprobó con el único voto a favor del Gobierno municipal, pero es necesario que el Pleno refrende esta decisión.

Como el contrato firmado en 2013 finalizaba y LYMA aún no se podía hacer cargo de los trabajos para retirar vehículos de la vía pública, el Gobierno de Sara Hernández adjudicó este contrato puente como apuntaban fuentes del Ejecutivo. Pero queda la duda de por qué la alcaldesa decidió optar por un contrato menor en lugar de prorrogar el que existía con la empresa de grúas.

El resultado de ese contrato menor ha sido muy evidente: un desastre y un caos. Se trata de una empresa que no trabajaba en exclusiva para Getafe y que ni siquiera tenía reservada una grúa para el municipio las 24 horas del día, lo que sí ocurría anteriormente con el acuerdo suscrito en 2013.

De ahí que, durante estos últimos días, si se solicitaba una grúa en Getafe, el vehículo podía tardar una eternidad porque a lo mejor se encontraba en otro municipio. Por otro lado, queda pendiente otra cuestión legal: y es que LYMA licita el 18 de octubre de 2017 el renting de una grúa por 72.000 euros, fecha en que la empresa municipal no tenía en esa época competencia alguna para el servicio de grúa y sin embargo aprobó dicha licitación. Algo que ha provocado que el PP, por vía de Registro, haya pedido los expedientes para aclarar este entuerto. “Le pido a la alcaldesa que se ocupe de una cuestión tan sencilla como la gestión del servicio de grúas”, apunta Raúl Maireles, presidente del PP de Getafe.

También Ciudadanos, a través de su portavoz, Mónica Cobo, ha reaccionado a la desidia municipal que ha provocado esta especie de anarquía en el servicio, acusando al Gobierno de Sara Hernández de “improvisar” y de “falta de capacidad de gestión”. Sea como fuere, son finalmente los vecinos y funcionarios policiales quienes, una vez más, soportan la dejadez de un Gobierno amortizado.