Los jugadores del CD Leganés hacen 'piña' antes de un partido (foto: CD Leganés)

Han tenido que pasar 1.413 días para que el Leganés vuelva a llamar a las puertas de Primera División. Un 19 de julio de 2020 se despedía de la máxima categoría tras empatar frente al Real Madrid en la última jornada y este domingo, cerca de cuatro años después, dispone de una inmejorable oportunidad para regresar por la puerta grande a la élite de nuestro fútbol.

A punto estuvo de conseguirlo la pasada jornada en A Malata, pero un intempestivo penalti de Nyom en tiempo añadido dio al traste con las celebraciones. Tendrá que ser en Butarque, delante de su parroquia, donde haga realidad un sueño quizá quimérico allá por el mes de agosto pero que ha ido cogiendo forma con el discurrir de una formidable temporada que ha superado todas las expectativas.

Las cuentas están muy claras y los pronósticos son netamente favorables al colectivo pepinero. Al ‘Lega’ le basta un punto para certificar el ascenso directo y recibe a un Elche ya fuera de toda opción de alcanzar el playoff. También le valdría con que no gane el Eibar, anfitrión frente a un Oviedo al que sí le va la vida para acabar entre los seis primeros. La cosa pinta bien, pero cualquiera se confía a estas alturas estando en juego lo que está.

Una vez superado el traumático desenlace del encuentro frente al Racing de Ferrol, en el plantel pepinero miran ya de frente a un compromiso que bien puede marcar la trayectoria deportiva de muchos de sus protagonistas. Es el caso del técnico, Borja Jiménez, que tras el duelo de A Malata conjugaba cautela y optimismo a partes iguales. “Sencillo no va a ser porque en esta categoría no hay nada fácil”, apuntaba, “pero dependemos de nosotros y seguro que hay muchos equipos que se cambiarían. Es nuestra final y será con nuestra gente”, recalcaba antes de apostillar que “tenemos que convencernos de que lo que nos ha traído hasta aquí es la forma en la que hemos jugado”.

Sergio González, capitán y una de las piezas fundamentales en el engranaje de este ‘Lega’, reconocía sentirse “dolido porque lo teníamos ahí, pero el destino ha querido que sea en nuestra casa y así será”, sostenía antes de recordar que “lo tenemos muy cerca y con el apoyo de nuestra gente lo vamos a conseguir”, entre otras cosas porque “este equipo siempre se repone y ante la dificultad da un paso al frente”.

Lo que no le va a faltar al equipo es un excepcional ambiente antes del partido, ya que desde el club se trabaja en la organización de un recibimiento a la llegada de los jugadores así como la exhibición de un gran mosaico en las gradas del estadio en los prolegómenos del choque. Todo con tal de que el equipo salga a por todas desde el pitido inicial de un partido que sin duda puede entrar en la historia del CD Leganés.