El Museo Thyssen obra el “milagro”. Desde este martes, 20 de abril, la pinacoteca abre sus puertas a la primera retrospectiva en España de Georgia O’Keeffe, una de las máximas representantes del arte norteamericano del siglo XX.

“Llevábamos muchos años queriendo hacer esta retrospectiva y desde el 2000 estaba en nuestra lista de deseos. La pandemia hizo que hubiera mucha incertidumbre para sacarla adelante y es casi un milagro haberla hecho”, ha reconocido el director gerente del museo, Evelio Acevedo, en la presentación de la muestra. En total serán 90 obras de esta pionera de la abstracción, cinco de las cuales ya estaban en el Thyssen.

Más de veinte años llevaba el Museo Thyssen en rescatar la obra de una de las pintoras más influyentes del siglo XX

La comisaria de la exposición, Marta Ruiz del Árbol, ha reivindicado la importancia de O’Keeffe. “Además de estar al frente de la abstracción, tuvo una importancia notable en el desarrollo del arte de vanguardia en Estados Unidos. Pero también como referente para la primera generación de feministas de los años 60 y 70, que la reivindican como modelo en el que fijarse”, ha señalado.

«INCANSABLE EXPLORADORA»

Nacida en 1887 en una granja de Wisconsin (hecho que le marcó durante el resto de su vida y que ha quedado refejado en su obra), O’Keeffe fue “una viajera” que usó los colores y las formas “para expresar lo que no podía con palabras”. Flores, graneros, cruces religiosas o paisajes son algunos de los temas que captaron la atención de la autora a lo largo de seis décadas.

“Fue una incansable exploradora de territorios que exploraba con el ritmo pausado del caminante y que prestaba especial atención a la naturaleza”, señala Ruiz. La retrospectiva empieza con una acuarelas y dibujos en los que renuncia al color para plasmar experiencias personales de forma abstracta -incluso un dolor de cabeza, por ejemplo-.

El cierre se produce con la muestra del trabajo de la pintora reconstruido en su estudio. Entre medias, casi un centenar de obras que van quemando distintas etapas, como ‘Gris, azul, negro, rosa, círculo’ o ‘Calle de Nueva York con luna’, una mezcla de arquitectura moderna relacionada con el cielo y la naturaleza.

Trabajos influenciados por sus viajes, entre ellos España, en 1953, si bien no fue hasta los 60 años cuando salió por primera vez de Estados Unidos, llegando a pintar de memoria, por su ceguera.