La Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo autónomo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha concluido la primera fase de los trabajos para la retirada de residuos en el cauce del río Guadarrama a su paso por el término municipal de Arroyomolinos. Labores que arrancaron el pasado mes de diciembre, y que han costado 700.000 euros de dinero público.

En total se han retirado en este tramo de Arroyomolinos 17 toneladas de restos de coches y 35 toneladas de neumáticos fuera de uso. También se han extraído unos 60 toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos. Por su tipología, una parte ha sido trasladada al vertedero y otra ha sido acopiada en la parcela cedida por el Ayuntamiento para su posterior retirada por parte del Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), cuya gestión corresponde a la Comunidad de Madrid.

En estas ocho semanas de trabajo también se han limpiado 320 toneladas de restos de construcción y demolición que han sido llevados al vertedero de Pinto, y unas 20 toneladas de colchones que han sido trasladadas al vertedero de Rivas Vaciamadrid.

Posteriormente se ha adecuado y renaturalizado el cauce del río. Desde el Ministerio apuntan que «es imprescindible que estos trabajos se vean acompañados de las tareas de vigilancia de la zona y control de accesos a la misma, a desarrollar por las administraciones competentes, para de esta forma evitar la aparición de nuevos depósitos incontrolados».