Siete trabajadores de la empresa pública Aserpinto se atrevieron a denunciar a la empresa, al Ayuntamiento y a su alcalde, Juan Diego Ortiz, por “la concatenación de sus contratos de trabajo temporales durante seis años”.

No fue el alcalde Ortiz quien les contrató, pero sí fue quien les negó su derecho a ser trabajadores con contrato fijo en la empresa pública por la sencilla razón de que reclamaron ante los tribunales sus derechos.

Así de triste y así de injusto. No eran de su partido, no le bailaban el agua, y la Dirección de la empresa que el propio alcalde preside ha ignorado esos derechos.

El alcalde está haciendo fijos en Aserpinto a gente cercana a él, a su ideología y a su partido

Y cuando el Juzgado les dio la razón, a la Dirección de Aserpinto y al propio alcalde le sentó tan mal que unos trabajadores les reclamaran lo que es justo y ganaran en los tribunales, que se ha dedicado desde entonces a entorpecer su labor y a machacarles.

Son siete trabajadores de la empresa pública, peones de instalaciones deportivas, a los que Juan Diego Ortiz quiere arruinar. Los siete de Aserpinto.

Las reclamaciones de estos trabajadores se remontan al año 2021, cuando pusieron en conocimiento de los responsables de la empresa su situación, es decir, que llevaban más de seis años enlazando contratos temporales prorrogados uno tras otro hasta el límite de lo que permite la Ley.

Los siete reclamaban la regularización de su situación laboral, lo habitual en situaciones similares. Pero no recibieron ninguna respuesta a sus pretensiones. Se vieron, por tanto, obligados a interponer la preceptiva demanda.

Los siete de Aserpinto obtuvieron una sentencia favorable que reconoce la existencia de fraude. Los abogados del Consistorio argumentaban que su acción ilegal se debía a que hubo de someterse a las restricciones presupuestarias.

Pura falacia, si se tiene en cuenta que pudo arreglar su situación desde que comenzó el conflicto en 2021 y pudo Ortiz haber regulado su situación con la tasa de reposición ordinaria de ese año y de 2022.

Mientras, el alcalde socialista ha aprovechado la coyuntura para hacer fijos en Aserpinto a gente cercana a él y a su ideología y a su partido. Gente como M. A. G. que, según su perfil de Linkedin, es sociólogo y coordinador en Aserpinto.

Pero que antes ha sido, según ese mismo perfil, coordinador en la Mancomunidad Intermunicipal de Servicios Sociales del Este de Madrid (MISSEM), coordinador de Administración General en el Ayuntamiento de Alcorcón con la actual alcaldesa socialista, director de Servicios en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (otra plaza republicana y de izquierdas), donde llegó a ser nada menos que responsable del Área de Desarrollo Económico, Empleo y Formación y responsable del Área de Medioambiente y Mantenimiento de la Ciudad. Siempre a dedo, siempre con los mismos.

Los siete de Aserpinto siguen esperando a que se haga efectiva la sentencia y se vean reconocidos sus derechos. En la mañana de ayer, los siete fueron convocados a una reunión con la gerente de la empresa, Blanca Tomás Manzanares, que solo sirvió para confirmar que Aserpinto sigue en sus trece y no va a ejecutar la sentencia.

Y Juan Diego sigue adelante con su cortijo, que en Aserpinto pasa por descartar a trabajadores con derechos reconocidos en los tribunales para favorecer a amiguetes. Lo de siempre con el PSOE.