Las obras que el Ayuntamiento de Getafe ejecuta en la avenida Reyes Católicos desde abril han desatado una ola de indignación entre los vecinos de La Alhóndiga. Tal y como han relatado a este periódico, la alcaldesa informó en el centro cívico que tendrían un plazo de ejecución de ocho meses, lo que significa que para noviembre estarían acabadas. Pero todo apunta a que no será hasta enero o febrero cuando finalicen los trabajos, lo que ha levantado la ira de un barrio colapsado.

Y es que más allá de defensores y detractores, lo cierto es que el corte de la avenida al tráfico rodado provoca evidentes trastornos al vecindario, que ahora pone en duda la idoneidad y la necesidad de las obras. El cierre de Reyes Católicos afecta, además, a sus calles adyacentes, que en ocasiones se convierten en auténticas ratoneras porque solo existe un acceso para su entrada y salida.

Las obras han generado retenciones y atascos en un barrio donde residen cerca de 22.000 habitantes

Los vecinos de La Alhóndiga se quejan, sobre todo, de que los problemas de aparcamiento se han agravado desde el mes de abril. La avenida era un lugar en el que muchos conductores estacionaban sus vehículos, pero ahora, con el corte de la arteria, se tienen que buscar la vida para aparcar en un barrio que lleva años demandando la creación de nuevas plazas en lugar de su eliminación, como finalmente temen que ocurra cuando acaben las obras. Así, la consecuencia más directa es que los automovilistas emplean más tiempo en encontrar un hueco para dejar sus coches.

El cierre de Reyes Católicos, por otra parte, ha generado retenciones de tráfico y atascos insufribles en el barrio, en el que residen en torno a 22.000 habitantes y en el que la mayoría de los bloques de viviendas no cuentan con garajes propios. “La gente se está poniendo nerviosa y aparca incluso en zonas cortadas”, explica visiblemente indignado un vecino a Al Cabo de la Calle, confesando que “esto parece la selva” y denunciando que “nadie ha puesto avisos ni se nos está informando desde el Ayuntamiento más allá de lo que nos dijeron en abril”.

Desde el Ayuntamiento siempre se ha defendido hacer las obras por fases para evitar molestias

Las quejas también se extienden a esporádicos cortes de luz y la posibilidad de que vehículos de emergencia no puedan acceder al barrio por estar las calles cortadas. De esta situación han alertado un grupo de vecinos al presidente del PP de Getafe, Rubén Maireles, que este mismo miércoles inspeccionó las obras y recogió las quejas vecinales. “Los vecinos de La Alhóndiga están hasta el gorro de las chapuzas de Sara Hernández. Los parches y los remiendos en la avenida Reyes Católicos provocan el enfado de todos por la eliminación de plazas de aparcamiento, por la inseguridad y por el caos generado”, apunto Maireles.

Habrá que esperar a la conclusión de las obras para comprobar sobre el terreno si las molestias ocasionadas por las obras, han merecido la pena, o no. Desde el Ayuntamiento, por su parte, siempre se ha defendido hacer los trabajos por fases para evitar las molestias a los vecinos. Cosa que no está resultando.