Escaparates apagados, el aire acondicionado a más temperatura que la exterior y, en breve, la calefacción bajo estricto control. El Gobierno de España, con la ayuda de sus habituales socios secesionistas (ERC) y proetarras (Bildu), sacaba recientemente adelante el decretazo (otro más) de restricción del consumo de energía que, sin embargo, no se aplica de la misma manera entre el sector privado y la casta política.

Es el caso de la caseta del recinto ferial del PSOE de Alcorcón, que celebra actualmente sus Fiestas Patronales y donde luce a plena potencia un panel eléctrico con las sigla socialistas.

Su inoportuna colocación en tiempos de restricción, auspiciadas por el propio PSOE, son motivo de comidilla entre los vecinos estos días. Por qué unos sí y otros no, máxime cuando son los socialistas los instigadores, con multas astronómicas para quien incumpla el decretazo.

«En las fiestas de Alcorcón he visto algo curioso en la caseta del PSOE de la alcaldesa inhabilitada. Criminalizan a comerciantes por querer encender escaparates mientras el PSOE muestra el mayor pantallón que se ha visto en Alcorcón. Ahí: ¡coherencia socialista!», decía recientemente el portavoz del PP en la Asamblea, Alfonso Serrano.

A estas palabras respondía el concejal de Urbanismo, el socialista Miguel Ángel González, señalando que «la pantalla consume menos que una de las freidoras de su caseta», en referencia al PP.

El edil caía en la trampa, pues obviaba que muchos de los escaparates obligados a apagar sus luces por el Gobierno central son de bajo consumo y aún así deben cumplir el decretazo.

Un feo gesto hacia la población que parecen compartir tanto el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, como la ministra de Turismo, Reyes Maroto, que visitaban la caseta socialistas estas Fiestas, respaldando a la alcaldesa condenada a inhabilitación mercantil.