El alcalde de Leganés, Santiago Llorente, ha pedido este viernes «extremar las precauciones y no bajar la guardia» tras registrarse más de 900 contagios de Covid-19 en el país. De hecho, los más de 200 focos y brotes reconocidos han llevado al regidor a asegurar que, en este momento, «nos jugamos mucho».

Actualmente, el Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés tiene hospitalizados en planta a tres pacientes por infección de Covid-19, según han confirmado fuentes sindicales del centro.

Según las mismas fuentes, la sintomatología de los ingresados es muy leve respecto a los efectos del virus en el pico de la epidemia, entre marzo y abril.

VÍDEO CON EL RELATO DE LAS ENFERMERAS

La declaración del regidor coincide con la difusión de un vídeo sobre los relatos de las enfermeras del Severo Ochoa en el pico de la pandemia, que ha elaborado el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (CODEM).

De esa situación, la peor consecuencia, según la supervisora de la UCI, Marivi Camacho, fue «el dolor de ver cómo no podíamos llegar a todos los pacientes y que no podíamos ayudarles». «La gente ha llegado a llorar de impotencia», sentencia.

También lo confirman Carmen Rodríguez, enfermera de quirófano, para quien la crudeza estuvo en «no poder hacer más y ver que los pacientes se nos iban de las manos», y Tatiana Neila: «Los más duro ha sido el sufrimiento de la gente, ver la sensación de miedo e inseguridad».

Durante los días del pico de la pandemia, los pacientes comenzaron a abarrotar el hospital leganense. Nuria Santiago lo recuerda así: «Lo más duro, la avalancha de pacientes graves muy malitos en poco tiempo. Nos vimos desbordados, porque necesitaban muchos cuidados».

Y todos coinciden en la peor parte: el miedo a volver a casa. Regresaban a sus domicilios con experiencias traumáticas grabadas en la mente. «Hemos pasado aquí miles de horas y llegar a casa y saber que estás expuesto a una enfermedad desconocida y peligrosa…», esgrimen.

No obstante, la situación ha hecho que las profesionales del Hospital leganense estén más unidas que nunca. Y agradecen el apoyo de los vecinos: «Siempre están con nosotros. No hay derecho a que su hospital no les haya atendido de una mejor manera», se lamentan.