Fue en el mes de julio de 2020 cuando el ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno de España en aquel momento, dijo que había que “naturalizar el insulto” hacia “cualquier persona pública”, aunque con “cualquier persona pública” se refería más concretamente a la prensa, tras su polémico cruce de palabras  con el periodista Vicente Vallés.

Y, aunque los insultos en boca de los políticos han existido siempre, lo cierto es que a estas alturas de la historia de la Humanidad, se han incrementado de forma exponencial, al mismo ritmo en que ha involucionado nuestra clase política, cuyo nivel intelectual, cultural, de educación y de saber estar, ha alcanzado el subsuelo en demasiadas ocasiones.

Hoy los malos modales, la descompostura, la falta de educación y los insultos son una constante en las cámaras, asambleas y plenos que representan a los ciudadanos.

Pero hay ocasiones en que los insultos dejar de ser insultos al traspasar ciertas líneas rojas que delimitan la ética, la responsabilidad, la ejemplaridad que se presupone debe dar un servidor público, incluso la legalidad. Y es en esos casos, cuando se deben exigir responsabilidades y tomar medidas sin titubeos.

Pues uno de estos asuntos se ha producido estos días en la localidad de Leganés, cuando el concejal del PSOE, Miguel García Rey, ha sobrepasado esa línea roja que separa la decencia de la indecencia, trascendiendo de la libertad de expresión a la deslegitimación más rotunda.

El concejal del PSOE local aseguró en un post de ‘X’: “Enhorabuena a los narcos gallegos ganó su partido”, tras la victoria del PP en las Elecciones gallegas. Por ello, el Partido Popular de Leganés ha pedido al secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, que cese inmediatamente al edil socialista. El presidente del PP de Leganés, Miguel Ángel Recuenco, expone en un comunicado:  “Le pedimos al secretario general de los socialistas madrileños que tome medidas de manera urgente, ya que a nivel local no lo han hecho, que no pueden ser otras que el cese del concejal del PSOE en Leganés por faltar al respeto a los votantes gallegos de nuestro partido.”

“Entendemos que el descabezamiento del PSOE de Leganés, tras la marcha de los números 1 y 2 de la lista, los dos últimos secretarios generales, tiene a los socialistas locales a la deriva, pero eso no justifica descalificar a los votantes de otras formaciones políticas” ha  afirmado Recuenco.

El alcalde de la ciudad ha concluido señalando que “hay expresiones que no tienen cabida en Democracia. Si un político que representa a los leganenses falta el respeto de esa forma a un sector de la población está inmediatamente desacreditado para seguir haciéndolo. Por ello, insisto en solicitarle a Juan Lobato que sea él el que tome las medidas que nadie en el PSOE de Leganés parece querer tomar”.

El esperpéntico Miguel García Rey

Lo acontecido en Leganés no es más que una muestra de los comentarios esperpénticos, los insultos, las desfachateces y las barbaridades que el concejal socialista acostumbra a escupir en su cuenta de “X” (antes Twitter).

Así en una respuesta a un tuit del pasado 18 de febrero, en el que el autor criticaba a un madrileño que había llevado a su perro a la polémica mascletá celebrada en Madrid Río, aprovechando para generalizar sobre la idiotez de los madrileños votantes de Ayuso y Almeida, Miguel García Rey contestaba: “El votante modelo del PP”, insultando así a los más de ocho millones de españoles que votaron al Partido Popular en julio de 2023.

Son constantes los ejemplos groseros, burdos e inapropiados en un servidor público, que pueden hallarse en la cuenta “X” del edil socialista. Sin embargo, lo más punible es el insulto que se permite hacer permanentemente a la Justicia y a los Jueces, con publicaciones que ponen en tela de juicio la independencia de los jueces y por tanto, contribuyen a la difamación de las instituciones y poderes legítimos de nuestro Estado Democrático de Derecho: “Alguien se cree cuando dicen que controlan a los jueces es de broma?”, “Donde gobierna el PP todo vale. Son colegas de los jueces”.

Sin duda, el secretario general de los socialistas madrileños debería tomar cartas en el asunto y dar una solución ejemplar. Un servidor público perteneciente a una Corporación Municipal, amparado bajo las siglas de un partido constitucionalista como el PSOE no puede, ni debe mofarse del Poder Judicial, ni cuestionar la independencia de los jueces, ni arremeter contra las instituciones del Estado.