Pasear por algunas zonas de Getafe se convierte, con demasiada frecuencia, en una auténtica gymkana. Balsas de agua, auténticos lodazales, falta de iluminación, acumulación de hojas secas y restos vegetales, ningún banco sobre el que descansar en caso de necesidad y cero seguridad. Todo ello acompañado por el sonido de las cotorras que han invadido un espacio, que antes ocupan otras especies de aves y que, ahora, vuelan y campan a sus anchas por el entorno de Perales del Río. Un entorno más propio de un paisaje amazónico que de un barrio de Getafe.  

Si hay un barrio olvidado por parte del Gobierno municipal ese es, sin duda, el de Perales del Río. Podríamos decir que es el eterno olvidado, con un histórico de agravios al que se va sumando nuevos problemas fruto de la desidia municipal. 

Ese aspecto amazónico y asilvestrado es fruto de las adversidades que los vecinos llevan padeciendo durante años: plagas de mosca negra y mosquitos, los malos olores por la depuradora, los vertidos al río Manzanares que está abandonado -y cuya proclamada recuperación por parte de la alcaldesa, Sara Hernandez, espera en la lista de las promesas pendientes de cumplir-.   

Vecinos de la zona se quejan de la falta de comunicación con el resto de Getafe. También le reprochan que siendo presidenta de la mancomunidad de residuos, sea la “artífice” de la ampliación del vertedero de Pinto a Getafe, que traerá la basura a la puerta de las casas de los vecinos. Y para sumar la lista de despropósitos, parece haber dejado al barrio sin agentes de policía debido a la falta de efectivos, como han denunciado los sindicatos. Y todo esto, siendo Getafe el municipio del sur con más delitos, según el Balance de Criminalidad publicado recientemente por el Ministerio del Interior, nada más y nada menos que 9.112 delitos registrados el pasado año.  

A estos grandes problemas se suman el desamparo cotidiano que padece el barrio. Desde el deficiente mantenimiento y limpieza hasta la precariedad de servicios. 

Como ha denunciado en una reciente visita el portavoz del PP de Getafe, Antonio José Mesa, a Perales del Río, una de estas chapuzas es la conexión del Caserío con Perales. “Después de mucho tiempo reclamando los vecinos esta conexión, el Ayuntamiento les ha hecho un camino de cabras, donde falta una mínima seguridad con la calzada por donde pasan coches, iluminación, qué menos que unos banquitos… Lo de siempre, migajas para este barrio que lleva mucho tiempo sufriendo el desdén del Gobierno de Sara Hernández”. 

El portavoz popular ha denunciado otras cuestiones, como que el barrio ha estado más de un mes sin el servicio de atención al vecino operativo, la existencia de parcelas abandonas convertidas en auténticos barrizales al lado de viviendas e instalaciones deportivas, o la superpoblación de cotorras, especie invasora y de graznidos muy molestos que ha suscitado también las quejas vecinales. 

Lo dicho, los apasionados de las aventuras en naturaleza ya no hace falta que realicen largos viajes hasta el Amazonas, en Perales del Río tienen un auténtico paraíso selvático con lodazales, superpoblación de cotorras y hasta plagas de mosca negra. ¡Qué más se puede pedir!