El Gobierno local no es capaz de cumplir con su Presupuesto y la ciudad pierde 33 millones de euros

Candelaria Testa se ha visto obligada por ley a destinar más de 33 millones de euros a amortizar deuda municipal por no haber sido capaz de ejecutar las partidas presupuestadas

El Gobierno local de Alcorcón ha dejado de dedicar el Presupuesto a lo que debía y ahora debe dedicar 33 millones de euros a amortizar deuda, esa deuda que la ciudad debe desde que Enrique Cascallana gastaba lo que no tenía en una ciudad que solamente existía en sus sueños y en las locuras de los que le rodeaban.

Candelaria Testa, que fue concejala de Economía y Hacienda en la anterior Legislatura, no ha sido capaz de cumplir con su propio Presupuesto, el que debería dedicar a todas esas mejoras y esas inversiones que nadie como ella sabe que la ciudad necesita y que eran su compromiso electoral.

La alcaldesa ha dejado pasar dos años en blanco para Alcorcón, destinando esos fondos únicamente a pagar préstamos bancarios en lugar de invertirlos en un plan de asfaltado real, la mejora de las instalaciones deportivas, la conservación de los edificios municipales, el mantenimiento urbano y de parques y jardines, el control de plagas o un necesario refuerzo de la seguridad, justo se está viviendo una ola de inseguridad en el municipio.

La oposición no ha perdido la oportunidad de recordar al Gobierno local su nefasta gestión. Y por eso aseguran que “esta decisión refleja la parálisis del actual gobierno socialista y la falta de coordinación entre los cuatro grupos que lo conforman, donde cada uno prioriza únicamente su propia área en lugar de atender a las necesidades reales de los vecinos”.

Es lo que asegura Roberto Marín Vergara, a quien Candelaria Testa se lo pone siempre tan fácil, para insistir en el compromiso por la ciudad que la alcaldesa no cumple porque no quiere, aunque podría si quisiera.

“La alcaldesa no amortiza deuda por voluntad propia, sino porque la ley la obliga ante su incapacidad para ejecutar el presupuesto. Es el resultado de un gobierno sin proyecto y sin gestión, que deja perder millones de euros que deberían haberse invertido en una ciudad que cada vez necesita más de un cambio”.
Marín Vergara puede tener razón, pero el problema lo tiene Candelaria y, claro, lo sufren los vecinos. “El PSOE generó una monumental deuda con los delirios de los anteriores alcaldes, de modo que Alcorcón está en la UCI y Candelaria no cuida de él”, dice Marín.

Alcorcón reduce la deuda a 73 millones de euros
“Alcorcón está muy cerca de salir del Plan de Ajuste”. Así de exultante se manifestaba hace unos días Candelaria Testa al anunciar que “en seis años vamos a ser capaces de reducir la deuda de 236 millones de euros a 73 millones de euros, es decir, un tercio de lo que encontramos en 2019”.

Y todo ello gracias a una gestión que colocaría a la ciudad “muy cerca de acabar con el Plan de Ajuste 2012-2035; vamos a salir mucho antes y a liberar las pesadas cargas económico-financieras. Este Equipo de Gobierno soluciona los problemas, también los económicos, mientras trabaja por más y mejores servicios públicos para la ciudadanía de Alcorcón”, ha dicho la alcaldesa.

Candelaria ha destacado que “las cifras hablan por sí mismas: en la última sesión plenaria celebrada el pasado viernes, hemos acordado reducir la deuda otros 33,3 millones de euros más de una forma extraordinaria y por aplicación de remanentes”.

Según ha explicado, “este acuerdo implica que el 31 de diciembre de este mismo año vamos a tener una deuda de 73 millones de euros, una cifra que dista mucho de los 365 millones de euros de 2015, el año en el que existió el pico de deuda más alto en nuestra ciudad”.
La concejala de Hacienda, Raquel Peral, también manifiesta su entusiasmo: “lo más importante es que lo hemos hecho sin dejar de lado los servicios públicos”.

La Federación cierra los campos de fútbol
“Nuestro compromiso es firme: lograr que las instalaciones municipales cuenten con las mejores condiciones porque queremos servicios públicos de calidad donde los deportistas de la ciudad desarrollen sus competiciones”.

Esta magnífica declaración de intenciones de la concejala de Juventud, Diversidad, Innovación Tecnológica y Deporte, Carmen Martín, servía como respuesta a la clausura de los campos de fútbol de Alcorcón, en los que se suspendieron las competiciones de la Liga de Aficionados de Fútbol.

La concejala responsable de tantas y tan variadas competiciones (quien mucho abarca poco aprieta) se ha visto absolutamente desbordada. Y, aunque promete tantas inversiones y tantas mejoras en los próximos meses, lo cierto es que, en lo que va legislatura, no ha hecho absolutamente nada aunque no le faltara presupuesto. Y lo pagan los de siempre: los vecinos, en este caso los aficionados al fútbol.

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