Decían las hemerotecas que España no ganaba el primer partido de un Mundial desde 2006. Pues bien, en Qatar ha ajustado cuentas y ha firmado el estreno soñado por cualquier selección candidata a todo. El combinado dirigido por Luis Enrique se dejó de zarandajas y especulaciones y completó un partido soberbio de principio a fin frente a Costa Rica, que fue achicándose conforme encajaba goles. Hasta siete en una tarde histórica para la ‘Roja’.
Fiel a su peculiar idiosincrasia, Luis Enrique tiró de repertorio y dejó su impronta en decisiones como ubicar a Rodri de central o a Asensio como falso ‘9’, algo esto último que sí se antojaba más factible en los pronósticos. Y le salió genial, quizá como cualquier otro movimiento que hubiera realizado porque a fin de cuentas dispone de un formidable elenco dispuesto a dar batalla en pos de la segunda ‘estrella’.
La incertidumbre duró menos de lo que tarda en cantar un gallo. España asió las riendas del duelo, presionó sin desmayo todo lo arriba que podía y Pedri empezó a sacarse pases de la chistera que a punto estuvieron de embocar Olmo y Asensio. A la tercera, sin embargo, Olmo se las apañó para controlar un envío de Gavi y superó con habilidad a Keylor Navas. Era el minuto 10 y poco se imaginaba el ‘tico’ a esas alturas que le aguardaba uno de los peores castigos de su carrera.
Cada llegada a partir del 1-0 se tradujo prácticamente en una ocasión y cada ocasión en un gol. Así, en el 20′ era Asensio el que hacía el segundo al empalar un buen centro de Jordi Alba, que en el 28′ era objeto del penalti que transformaba Ferrán en el 3-0.
LA DINÁMICA NO VARIÓ TRAS EL DESCANSO
Quedaba la duda de si el descanso obraría algún tipo de variación en la dinámica del partido, pero España siguió a lo suyo…y Costa Rica también. En el 53′ Ferrán hacía el cuarto, segundo de su cuenta, al rematar a la media vuelta un balón que se le había quedado a pedir de boca.
Con el 4-0 Luis Enrique dio el asunto por liquidado y Morata, Soler, Balde, Koke y Nico Williams fueron relevando progresivamente a Ferrán, Pedri, Alba, Busquets y Asensio, respectivamente. Pero ese carrusel de cambios no significaba que la selección renunciase a seguir ampliando su renta. Todo lo contrario, porque en el tramo final todavía llegarían tres tantos más con la rúbrica de Gavi (74′), Soler (89′) y Morata (92′) para redondear una tarde verdaderamente reconfortante.
