Raquel Rodríguez concejala de Alcorcón y vicepresidenta de Esmasa: «Frente a los intereses partidistas mi lealtad está con la ciudad y con el mandato vecinal»

Víctima, así se desprende de sus palabras, de una persecución política y personal por parte de algunos de sus excompañeros, Raquel Rodríguez presenta una nueva formación municipalista que quiere seguir la senda de Jesús Santos y cuenta con apoyos

¿Cómo y por qué se ha producido la ruptura en Ganar Alcorcón?
Creo que la principal causa de la ruptura ha sido el acercamiento de algunos de los cargos públicos de Ganar Alcorcón a la estructura de Sumar. Ahí creo que se mezclan las aspiraciones personales con otros factores y el riesgo entonces es el de ser absorbidos por Sumar y someter a Ganar Alcorcón a la estrategia de un partido sistémico, como es en este momento Sumar. Creo que Ganar Alcorcón nunca debería haber abandonado el espacio progresista-municipalista y nunca debería someterse a los partidos sistémicos.

Quizá haya quien necesite tener un partido grande detrás; a mí me interesa más el trabajo por Alcorcón, la política municipal cercana en la que no me mande nadie que no sea la ciudadanía.

Ahora mismo usted es la máxima responsable de Esmasa. Hay gente, por ejemplo el Grupo VOX, que se queja de la limpieza de la ciudad, pero siempre hay gente que se queja. ¿Cree que la situación de las calles es buena y que la recogida se realiza correctamente, aunque haya margen de mejora?
Ya lo dice usted, siempre hay quien se queja, y ya me sorprendería que VOX no dijese que la ciudad está sucia y descuidada, pero Alcorcón es una ciudad limpia. No solo lo digo yo, lo dice la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL), que este año, de nuevo, ha vuelto a otorgar a Alcorcón su reconocimiento más alto, las Tres Pajaritas Azules, en este caso, por la recogida selectiva de papel y cartón.

Pero lo dicen también nuestros estudios que sitúan el grado de satisfacción en el servicio de recogida de basuras en una valoración media de 6,9 sobre 10, siendo muy significativo que casi el 62% de las personas encuestadas opinan que este servicio ha mejorado en el último año; en cuanto al servicio de limpieza de calles, la valoración obtenida es también de 6,9 sobre 10.
Y le voy a dar un dato que a mí me hace pensar: quienes mejor valoran la limpieza de nuestras calles son las personas jóvenes, de entre 18 y 24 años, las mujeres, y las personas mayores, y yo me fío mucho tanto de las mujeres, como de nuestros jóvenes y, por supuesto, de nuestros mayores, sobre todo indicar que estos datos son un resultado objetivo, y no la subjetividad interesada.

Estamos viviendo una emergencia climática que se traduce en que un día hay un vendaval de 114km hora en Alcorcón y toda la basura del mercadillo se esparce. Pero en un par de horas estaba arreglado. O hay un apagón, que deja a la Península Ibérica sin energía casi un día entero y Esmasa trabaja para poner generadores donde hizo falta. Vamos a seguir trabajando para que todo funcione mejor.

¿Está todo perfecto? No, claro que no. Hay margen de mejora, como en cualquier ciudad viva. Y más aún en un municipio con tanta densidad de población, tanta movilidad y tantos retos estructurales. Alcorcón es nuestra casa común y hacemos todo lo posible para que esté limpia y ordenada, para que sea agradable tanto para quienes vivimos en ella como para quienes vienen a visitarnos.

Ha presentado una nueva formación municipalista en una asamblea ciudadana que parece que tuvo bastante un éxito. ¿Cuáles son las bases de esa propuesta y con qué objetivos?
En esa asamblea había gente muy diversa: jóvenes que quieren implicarse por primera vez, personas que venían del 15M, vecinas activas en el tejido asociativo, militantes de base de distintos partidos, y sí, también muchas personas con experiencia institucional y de gestión, que ya estuvieron con nosotros en el inicio y que entienden la política como un servicio, no como una carrera personal.

Las bases de nuestra propuesta están bien resumidas en la idea de que Alcorcón se encuentra en una encrucijada, un momento clave para refundarse como ciudad, mediante un nuevo contrato social, basado en el desarrollo urbano integrador del Distrito Norte, y la activación o reactivación de proyectos tractores. Todo ello con el objetivo de convertir a Alcorcón en un polo de captación de recursos, capital y talento, contribuyendo a la cohesión social y territorial, tanto en el seno de la Comunidad de Madrid como dentro del Sur Metropolitano. Y esto no es poco, claro que no.

Si quiere, podemos expresarlo en varios objetivos, como por ejemplo: impulsar un nuevo contrato social que fortalezca la cohesión social, el bienestar, la participación democrática y la corresponsabilidad entre ciudadanía, instituciones, empresas y tejido social; desarrollar el Distrito Norte de forma integradora y sostenible, evitando la segregación urbana y promoviendo un urbanismo que conecte el nuevo desarrollo con el casco antiguo, mediante vivienda asequible, equipamientos públicos y sostenibilidad, pero también destinando una buena parte de las plusvalías generadas a la rehabilitación del casco antiguo.

Fortalecer el municipalismo como herramienta de transformación social y territorial, a través de proyectos públicos, cultura democrática, participación ciudadana y autonomía frente a los intereses partidistas estatales o especulativos.

Y le voy a dar una primicia; también vamos a estudiar la forma de promover una estructura de gobernanza supramunicipal en el Sur de Madrid, que permita coordinar estrategias comunes de desarrollo, sostenibilidad y equidad entre los municipios del entorno para reclamar desde el Sur Metropolitano la parte de riqueza de Madrid que nos corresponde.

Raquel Rodríguez lidera una formación municipalista que quiere dar voz a las personas y a los barrios

Habla de un proyecto transversal, pero su perfil político de izquierdas está muy definido, ¿cómo va a atraer a quienes quieren un Alcorcón mejor pero no se identifican de izquierdas sin ‘espantar’ a los que ya le acompañan?
En mi etapa al frente de la Concejalía de Feminismo, del Imepe o de la concejalía de Cultura, Festejos y Mayores o bien ahora, en Esmasa, he trabajado con colectivos, asociaciones y vecinos de todo tipo, sin preguntarles nunca de qué partido eran. Porque lo importante es si compartimos la idea de que Alcorcón merece más, merece ser mejor, y merece que la política esté al servicio de la gente.

La verdad es que somos todas personas muy abiertas, muy dialogantes y a las que nos encanta escuchar. Trabajamos para crear una sociedad plural en todos los órdenes y, precisamente por eso, creo que en nuestro proyecto caben todas la personas que compartan estos valores: el respeto, la tolerancia, la justicia social, la equidad, la solidaridad, la democracia participativa basada en una ciudadanía activa y crítica; el compromiso con lo público; el respeto a las minorías, que quizá en Alcorcón no son minorías, también la identidad local y orgullo de pertenencia a Alcorcón, sin dejar de lado la innovación social y cultural como motor de transformación, desde la creación artística hasta las nuevas formas de organización institucional y económica.

Sobre la base de estos valores, estamos encantadas de compartir el espacio con todas aquellas personas que quieran colaborar con nosotras en la construcción de un proyecto valiente, feminista, inclusivo y ‘barrionalista’, es decir, creado desde abajo, desde nuestros barrios.

¿Cuáles son las primeras medidas, las primeras ‘promesas electorales’ que va a ofrecer la nueva formación?
Nuestro proyecto no se basa en un contrato del tipo: “usted nos vota y nosotros le prometemos no sé qué”, no. Nuestro proyecto es un ejercicio colectivo en el que nos gustaría crear un espacio en el que todo el mundo pueda tomar la palabra y construir, entre todas, conjuntamente, un futuro en común.

El programa concreto deberemos elaborarlo así, colectivamente, mediante una metodología participativa e integradora, sobre la base de nuestros valores y nuestras líneas estratégicas, pero siempre dispuestas a escuchar, y a ampliar nuestros horizontes cuando sea necesario. Sin prejuzgar nada y a nadie.

Y, finalmente, vamos a hablar de la situación en la que queda el Gobierno de coalición. En primer lugar, ¿qué trato has recibido de la alcaldesa y cómo es tu relación con ella ahora mismo?
Nuestra relación es de respeto mutuo. Hemos venido hablando durante toda la legislatura y, ahora que las cosas se han puesto más difíciles, hemos tenido que hablar bastante más. Tenemos una relación fluida que se basa y se debe de basar siempre, en el respeto mutuo.

Teniendo en cuenta que tu salida ha sido más bien traumática, ¿vas a apoyar con tu voto al gobierno de coalición, por ejemplo, cuando presenten los Presupuestos?
Lo que siempre he defendido es que mi lealtad está con la ciudad y con el mandato vecinal. Voy a estudiar cada propuesta que llegue al Pleno Municipal tomando siempre en consideración tres criterios: si es buena para la gente, si mejora la calidad de vida en nuestros barrios y si refuerza lo público.

 

“La revocación como presidenta de Esmasa es un bulo interesado”

El pasado lunes Ganar Alcorcón difundía un comunicado en el que se aseguraba que el nombramiento de Raquel Rodríguez como presidenta de Esmasa había sido revocado.

La realidad es que surgieron discrepancias entre los asesores de Esmasa y los técnicos jurídicos del Ayuntamiento sobre si el Consejo de Administración de la empresa pública que tomó esa decisión estaba correctamente convocada toda vez que los nuevos estutos de la compañía no estaban aún registrados en el Registro Mercantil. Ante este dilema, Raquel Rodríguez decidió dar marcha atrás en su decisión y seguir como vicepresidenta y presidenta en funciones, es decir, con plena responsabilidad en la compañía.

Y hasta que la discrepancia no se resuelva, Rodríguez sigue dirigiendo, como vicepresidenta, Esmasa “trabajando codo con codo con la plantilla”, señala.
“Le puedo decir que me paso por los cantones habitualmente a primera hora de la mañana y tengo ocasión de hablar con muchas y muchos trabajadores, responsables intermedios, encargados y demás personal y recojo críticas y peticiones de mejora, claro que sí, pero sobre todo recibo mensajes de apoyo y de cariño que son los que me han permitido llegar hasta aquí”, asegura la presidenta en funciones de Esmasa.

También te puede interesar...