La Junta de Gobierno Local de Pinto ha aprobado la contratación de un servicio de seguimiento, control, censo y reducción de las poblaciones de palomas (Columbia libia domestica) y de dos especies de aves invasoras: la cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la cotorra de Kramer (Psittacula krameri).

El pliego aprobado tiene un presupuesto de licitación a la baja de 33.033 euros y los trabajos se realizarán a lo largo de tres años (2023-2025).

La cotorra de Kramer y la cotorra argentina llegaron a España como mascotas y, desde ahí, hasta nuestros parques y jardines de forma accidental por escapes de ejemplares cautivos y sueltas intencionadas. Al adaptarse al hábitat, disponer de alimento y agua y carecer de depredadores, se reproducen con una gran rapidez.

La proliferación de ambas especies de cotorras se ha convertido en un problema para la conservación de la biodiversidad y en un foco de molestias para la ciudadanía por caída de nidos y ramas, la contaminación acústica que generan las colonias, el deterioro que pueden causar en algunos edificios antiguos y por ser un posible vector de zoonosis (propagación de agentes patógenos).

Hasta la fecha, todos los intentos de controlar la proliferación de cotorras han resultado infructuosos y su población no ha dejado de crecer. Entre las medidas aprobadas por la Consejería de Medio Ambiente se contempla el desmonte de nidos, la captura con redes, el punzamiento de huevos o, incluso, la caza controlada.