El culebrón de las oposiciones en las piscinas municipales de Pinto continúa. Después de que se anulara la prueba para taquilleros, ahora son las de monitores y socorristas las que han sido impugnadas. Un grupo de aspirantes han presentado un escrito ante la empresa municipal Aserpinto en el que desgranan un cúmulo de graves irregularidades que hacen inválida la oposición.

En su escrito, los firmantes señalan, entre otras, que el tribunal examinador no aparece con nombre, apellidos y funciones en las bases de la convocatoria. El tipo de evaluación de la segunda prueba no aparece descrito correctamente en las bases de la convocatoria. Más tarde, se anuncia que la segunda parte será práctica, pero no se sabe ni cuándo, ni cómo, ni dónde será, porque “aún está por determinar”.

Los miembros del tribunal examinador tuvieron varias faltas de respeto hacia los candidatos, por ejemplo, no silenciar los móviles, que sonaban y dificultaban la concentración y el buen transcurso de la prueba. Junto a éstas, se señalan otra irregularidades referidas a aspectos técnicos de la prueba que no eran acorde la instalación municipal.

Como en el caso de la prueba para taquilleros, en las de monitor y socorrista también hay claros indicios de favoritismo respecto a dos aspirantes que son “amigas muy cercanas de algunas personas del tribunal y que son las únicas que han aprobado la fase”.

Cosa que también sucede en la prueba del personal de mantenimiento, en la que ha sido seleccionado “el íntimo amigo del máximo responsable de las instalaciones, que anteriormente, ya se había intentado colocar como monitor de natación, cuando sabemos de primera mano y dicho por el mismo que no sabía dar una clase de matronatación y que no le gustan los niños”.

La primera denuncia, que supuso la anulación de la prueba, partió del sindicato UGT cuando se comprobó que la seleccionada en la prueba de taquilleros era la novia de uno de los miembros del tribunal. La prueba ha sido anulada (sin que se conozca todavía cuándo tendrá lugar) y sancionados los miembros del tribunal implicados.

UNA SANCIÓN QUE ES UN PREMIO

Los dos sancionados han sido recolocados en destinos mucho más cómodos para ellos que los que tenían en la piscina municipal. El coordinador de la piscina, Julián Rebato, a la sazón hermano de una candidata de Unidas Pinto en las municipales de 2019, ocupa ahora un puesto en la nave de Aserpinto. Su horario de trabajo ha pasado de ser de mañana y tarde, a ser solo de mañana. El otro expedientado, Francisco Javier Bas, compañero sentimental de la que aprobó, se encarga ahora del Cubofit, una instalación que no abre a diario, con un horario también muy recomendable.