Foto: laliga.es

La famosa ‘ley de Murphy’ parece haber encontrado un cliente ideal en el CD Leganés, que ante Las Palmas se topó con infortunios de todo tipo y naturaleza. La consecuencia, una traumática derrota (2-1) que le deja a 11 puntos ya de la zona de ascenso directo y con la figura de Martí cada vez más cuestionada.

Las malas noticias llegaron pronto y se fueron repitiendo prácticamente sin solución de continuidad hasta el pitido final. El ‘Lega’ saltó al terreno de juego decidido a reencontrarse con la victoria y se acercó con avidez al área local, pero tras un primer remate de Arnaiz empezó a instalarse el infortunio en el bando pepinero, que vio como le anulaban dos goles en apenas un par de minutos que a buen seguro hubieran cambiado el escenario del encuentro.

El primero, de Ignasi Miquel, fue anulado a instancias del VAR por una presunta mano previa de Omeruo, mientras que el segundo, de Palencia, lo fue por un fuera de juego previo de Javi Hernández, éste sí bastante clasro.

EXPULSIÓN DE JAVI HERNÁNDEZ AL FILO DEL DESCANSO

Conforme avanzó la primera parte el duelo se fue equlibrando, pero justo al filo del descanso un pisotón de Javi Hernández se traducía en roja directa y dejaba a los de Martí en inferioridad con toda la segunda mitad por delante.

La UD Las Palmas vio llegado el moneto de dar un decidido paso adelante y fue incrementando su dominio empezando a poner en problemas a Cuéllar. Aridai y Lemos probaron suerte sin éxito, pero a la tercera Sergio Ruiz condujo el balón en una acción de contraataque hasta plantarse al borde del área y abrió el marcador con un excelente remate ajustado al palo.

Lejos de descomponerse, el ‘Lega’ siguió bregando en inferioridad y en el 69′ obtuvo una falta a favor en las cercanías del área local. Una distancia perfecta para Rubén Pardo, que aprovechó el hueco dejado por Bustinza al tirarse al suelo para colocar el balón lejos de Álex Domínguez y establecer el empate.

Y no acabó ahi la rebelión del conjunto pepinero, que a renglón seguido disponía de otra doble ocasión que bien pudo haber decantado el duelo a su favor. Primero disparó Rober Ibáñez y Domínguez se quitó el balón de encima como buenamente pudo. Pero por ahí pasaba Arnaiz, que largó un potente trallazo que se estrelló en la cruceta.

El Leganés se quedaba a centímetros de una épica remontada, pero lo peor estaba por llevar. En el 84′, Bustinza cometía penalti sobre Lemos y lo transformaba Aridai estableciendo el 2-1 definitivo. El propio Bustinza veía la segunda amarilla apenas cinco minutos y dejaba a su equipo con nueve. Un castigo descomunal en un partido en un que todo lo que podía ir mal, fue todavía peor.