El paro de transportistas españoles cumple una semana. Protestan por el elevado precio de los combustibles y el impacto que esto supone en su trabajo. La situación se agrava ante la inacción del Gobierno, que anunció que tomaría medidas a partir del 29 de marzo, martes, en el Consejo de Ministros.

Hasta ahora, la respuesta del Ejecutivo de PSOE y Podemos a estas reivindicaciones promovidas por la Plataforma del Transporte ha sido movilizar a más de 20.000 policías y guardias civiles por todo el país.

Ante el clamor popular, las ministras de Asuntos Económicos, Hacienda y Transportes se han reunido este lunes con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), si bien siguen sin querer mantener un encuentro con los convocantes de este paro.

La paralización del transporte ya ha repercutido en otros sectores de producción, como el agrícola o ganadero, que este domingo protagonizaban una monumental manifestación en Madrid, con la asistencia de más de 400.000 personas, según los organizadores, y 100.000, según Delegación del Gobierno.

Mientras tanto, los efectos de la falta de distribución ya se están notando en grandes zonas comerciales. Por ejemplo, en Fuenlabrada (Loranca) este domingo, en torno a las 15.00 horas, era imposible conseguir un litro de leche, con estanterías vacías. Y lo mismo se ha reportado en otros comercios de Getafe.

Una imagen de ‘desabastecimiento’ que recuerda a los primeros días de la pandemia, ya que ante el temor de quedarse sin género, la población está acaparando productos en sus despensas.