Varias familias de Griñón se han movilizado para intentar parar la construcción de una gasolinera próxima a sus hogares, ubicados en la calle Laderas.

«No existe ninguna ley europea, española o madrileña que regule la distancia mínima de gasolineras y puntos de suministro de carburantes a viviendas, colegios, centros médicos y residencias», reza la recogida de firmas que han iniciado en Change.org, y que por ahora ronda los 300 apoyos.

Un respaldo que esperan crezca en el futuro contra la intención de la compañía Plenoil, de instalar dos surtidores de gasolina en una parcela rodeada de viviendas.

Se trata de un problema habitual de competencias entre administraciones. Sin ir más lejos y como analogía, el pasado noviembre, la Comunidad de Madrid publicó en el Boletín Oficial la modificación parcial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Getafe para que no se pudieran instalar gasolineras a menos de 50 metros de las viviendas. Un procedimiento que se inició en mayo de este año.

Luego en el caso de Griñón, el Ayuntamiento que dirige José María Porras ya tiene un ejemplo a seguir si quiere posicionarse a favor de los vecinos de su municipio.