Tras las elecciones del pasado 28 de mayo, los gobiernos locales de Pinto y Valdemoro cambiaron de signo político. Y este cambio supuso, para la mayoría de los vecinos, una esperanza de que los muchos problemas que sufrían ambas poblaciones se vieran, de una vez por todas, resueltos.

Es el caso del caos en Cercanías, propiciada por el Gobierno de Pedro Sánchez, que afecta a toda la Comunidad de Madrid, pero de manera especial a los vecinos del Sur de la región. Del caos en el Cercanías no se libra nadie en Madrid, pero menos que nadie los vecinos del Sur.
La actuación de los responsables municipales de Pinto y Valdemoro en este asunto dejó mucho que desear en la pasada legislatura. Por motivos diferentes.

En el caso del regidor valdemoreño porque acostumbraba a llegar tarde a todos los asuntos de importancia y a éste, claro, también. Juan Diego Ortiz porque, como ocurre con todos los alcaldes socialistas madrileños, antes defienden la mala gestión del Gobierno nacional, si es de su color político, que a sus vecinos.

Otra cosa han sido las reivindicaciones de vecinos y asociaciones. Es el caso de la portavoz de Más Madrid Pinto, Elena Ancos, que inició en Change.org una campaña bajo el lema «Nuestra Vida es aquello que pasa en la C3 de Cercanías», que superó las 3.000 firmas.

O el caso de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdemoro (ACUSVAL), que lleva tiempo protagonizando campañas de protesta con el caos en Cercanías y ha impulsado una plataforma en la que participan asociaciones de varias localidades, y ha logrado que el propio Defensor de Pueblo tome cartas en el asunto.

La actuación de los respectivos alcaldes en la pasada legislatura dejó mucho que desear

El tema de las Cercanías fue uno de los asuntos estrella en las elecciones del 28-M. Los entonces candidatos, y hoy alcaldes de ambas ciudades, se comprometían a exigir al Gobierno central, con independencia de su color político, inversiones para acabar con el caos.

David Conde, recién nombrado alcalde, en declaraciones a Al Cabo de la Calle aseguraba: “A nivel estatal, es evidente que lo primero que tenemos que reclamar al Gobierno central es que mejore la Línea C-3 de Cercanías”.

Por su parte, Salomón Aguado, alcalde Pinto, se comprometía en entrevista con Al Cabo de la Calle a reclamar el Apeadero de La Tenería, la mejora del servicio en la Línea de Cercanías C3 y la construcción del puente sobre la c/ Isaac Albéniz.

Y es de justicia reconocer que no llevaba un mes en el despacho de Alcaldía cuando, el 4 de julio, pidió una reunión a la cúpula de Adif para trata los asuntos pendientes y que, fruto de esa misiva o no, el gestor de infraestructuras ferroviarias anunciaba 20 días después la licitación del apeadero de La Tenería, en Pinto, por valor de 12,3 millones de euros.

Los alcaldes de Pinto y Valdemoro, ambos del PP y ambos recién estrenados, son la última esperanza de los vecinos para que la presión sobre el Gobierno central consiga, al fin, que los vecinos tengan el transporte por ferrocarril que se merece.