No quiere precipitarse Ferrán López en la elección del nuevo técnico. La marcha de Jota Cuspinera, que pese a alguna que otra duda en la ‘cúpula’ del club iba a continuar al frente del banquillo, ha venido a alterar sobremanera los planes del director deportivo, que daba por segura la continuidad del vitoriano y ha tenido que ponerse manos a la obra en la búsqueda de otro entrenador de garantías.
Y se lo está tomando con calma. No quiere precipitarse en la elección de una de las piezas fundamentales del nuevo proyecto. De ahí que por ahora se esté limitando a escudriñar a conciencia todas las posibilidades del mercado, que por cierto anda en plena ebullición. Una vez acabe el ‘efecto dominó’ que afecta a varios de los principales equipos de la competición será el momento de mover ficha.
Y siempre con los condicionantes propios del club fuenlabreño, que a las limitaciones de tesorería debe unir un perfil que case con la peculiar idiosincrasia del ‘Fuenla’. Aunque no son previsibles novedades en este capítulo a corto plazo, nombres como los de Jaume Ponsarnau o Alejandro Martínez han sido de los primeros en sonar como candidatos.
También se da por sentado que no será hasta que se concrete la contratación del nuevo técnico cuando se empiece a meter mano en la configuración de la plantilla, ya que el ‘modus operandi’ de la dirección deportiva consiste en consensuar en la medida de lo posible sus decisiones con el entrenador. Ello no será óbice, sin embargo, para que en caso de que surja algún ‘mirlo blanco’ antes de que haya técnico dejen pasar la oportunidad de incorporarlo al proyecto.
Conviene recordar en este sentido que los jugadores que en estos momentos tienen contrato en vigor con el Montakit Fuenlabrada para la próxima temporada son Luka Rupnik, Marko Popovic, Pako Cruz, Álex Llorca, Rolans Smits, Ian O’Leary, Chema González y Blagota Sekulic, aunque parece lógico pensar que no todos ellos vayan a formar parte del nuevo proyecto, ya sea porque reciben algún tipo de oferta de superior cuantía económica o deportiva o bien porque es la propia entidad la que desea prescindir de sus servicios.
