Becerros lidiados en Pinto
Becerros lidiados en Pinto
Becerros lidiados en Pinto
Becerros lidiados en Pinto

Una muestra más de la ausencia de criterio por parte del Gobierno municipal. La improvisación de la que hace gala el Ejecutivo de Ganemos vivió un nuevo episodio rocambolesco en las pasadas Fiestas de agosto a consecuencia de los trillados festejos taurinos en la ciudad.

La cruzada emprendida desde la candidatura de unidad popular contra la Fiesta llevó a la formación a anunciar a bombo y platillo la futura convocatoria de un referéndum para pulsar la opinión del pueblo. El objetivo: eliminar los festejos taurinos de la programación y dar cerrojazo a la subvención municipal de este tipo de actos.

La decisión cuenta con el beneplácito de los partidos que componen Ganemos y de las asociaciones animalistas y antitaurinas, y también con la anuencia tácita, aunque con matices, de formaciones políticas como PSOE, favorable al referéndum pero “con una votación en condiciones y preguntas consensuadas”.

En fechas previas a la celebración de las fiestas patronales, desde el Gobierno local se insistió en recordar que, posiblemente, éstas serían las últimas con toros, siempre y cuando pueda finalmente convocar dicha consulta popular y, claro está, siempre que ésta sea favorable a sus intereses. También se puso el acento en que en los festejos de agosto no habría “sangre ni muerte”, otra controvertida decisión que chocó frontalmente con el Club Taurino Villa de Pinto.

Precisamente el presidente de la entidad, Valentín Granados, señalaba en declaraciones a Al Cabo de la Calle que “no sabemos aún qué haremos, pero parados no nos vamos a quedar ante un atentado de este tipo”.

Sin embargo, la guerra abierta por el Ejecutivo municipal contra la Fiesta taurina vivió un curioso giro durante las fiestas de agosto. No sólo hubo toros, sino que además hubo incluso una controvertida becerrada que despertó las iras de los animalistas y, además, un encierro infantil, junto a los dos encierros tradicionales.

La becerrada

A pesar de todo lo anterior, Pinto vivió el pasado 13 de agosto una becerrada con cuatro astados y otras tantas cuadrillas de “espadas y banderilleros” aficionados locales. El evento, desarrollado bajo el mandato de Ganemos, no estuvo exento de polémica después de que se diera a conocer una denuncia de PACMA por la crueldad ejercida con los animales en la becerrada de Valmojado (Toledo) días antes. De hecho, sólo diez municipios en Madrid han organizado este año este tipo de actos que se celebran con animales de menos de dos años de edad. Pinto ha sido uno de ellos.

Desde diversas asociaciones en defensa de los animales se ha puesto el foco en este tipo de eventos, toda vez que son considerados por estos sectores como especialmente crueles con los astados, por su temprana edad y por el hecho de que sean los propios vecinos los que den muerte al animal en la plaza.

Precisamente por ello, es más difícilmente entendible que un Gobierno local que dice luchar contra el maltrato animal permita su celebración.

#SangreEnPinto

El partido animalista PACMA lanzó con motivo de esta becerrada una campaña en redes con el hashtag #SangreEn Pinto con la que pretendía denunciar estas prácticas que han contado con la inestimable e inesperada colaboración del Gobierno local de Pinto.

Los distintos partidos que componen la Corporación fueron objeto de feroces críticas y comentarios por no oponerse a estos festejos taurinos, como denunciaron miembros del PSOE a este medio. Los socialistas se lamentaban del trato recibido por este particular especialmente por parte de ciertas asociaciones que mantienen vínculos con Ganemos, y que han sido mucho menos virulentos a la hora de pedir explicaciones al partido en el Gobierno de quien, a fin de cuentas, depende directamente la programación de las Fiestas Patronales de la ciudad de Pinto.