Tras el prometedor empate firmado en su primer cruce del Mundial ante Portugal, España se mide este miércoles a la selección de Irán con la imperiosa obligación de conquistar los tres puntos en liza. Y a ser posible por la mayor diferencia posible de goles para el caso de que al final hubiera que dilucidar algún tipo de desempate. La cita será en Kazán a las 20.00 horas y Fernando Hierro parece poco proclive a modificar alguna pieza teniendo en cuenta las buenas sensaciones que transmitió el colectivo en el estreno mundialista.

La única duda razonable a priori radica en la presencia o no de Dani Carvajal en el once inicial. Aunque se encuentra plenamente restablecido de la lesión sufrida en la final de la Champions, el seleccionador prefirió no arriesgar en el estreno al considerar quizá excesivamente prematura su reaparición teniendo en cuenta además la exigencia del duelo. Su lugar lo ocupó Nacho, que fue claramente de menos a más en el partido, de ahí que la elección del inquilino del flanco diestro ante Irán no tenga un candidato claro.

No se adivinan cambios en la portería pese al debate surgido a raíz de la actuación de David De Gea

Tampoco se adivinan cambios en la portería pese al debate surgido a raíz de la cuestionada actuación de David De Gea ante el combinado luso. El meta del Manchester United, que ya había estado desafortunado en el último amistoso previo al Mundial, cometió un grave error en el segundo gol de Ronaldo y se mostró en líneas generales mucho más inseguro de lo habitual. Aun así. Hierro le considera titular indiscutible a día de hoy y solo en caso de que se agudice su falta de confianza ante Irán podría plantearse algún cambio de cara al futuro.

Lo que no está en cuestión es la punta de ataque. Diego Costa echó abajo cualquier atisbo de escepticismo con su destacada actuación frente a Portugal, coronada con dos meritorios goles, y de salida volverá a ser el estilete ofensivo de la selección.

Por lo que respecta al combinado persa su seleccionador, Carlos Queiroz, aspira a volver a dar la sorpresa y reafirmar ante España la solidez defensiva y el orden táctico que sus jugadores exhibieron ante Marruecos y que resultó fundamental para acabar imponiéndose por 1-0 en el último suspiro. En un Mundial en el que hasta la fecha las sorpresas están a la orden del día, Irán oposita a seguir haciendo historia ante España.

Uno de los fijos en los esquemas de Hierro, tal y como ya ocurriera en la etapa de Lopetegui, es Isco, que ante Portugal completó una sobresaliente actuación en su debut en un Mundial. El malagueño no esconde la trascendencia del partido de este miércoles. “Es pronto para hablar de favoritismos, pero este partido definirá nuestro futuro en el Mundial y tenemos que estar muy concentrados”.

Uno de los fijos en los esquemas de Hierro, como ya ocurriera en la etapa de Lopetegui, es Isco

Aunque admite que la intempestiva salida del anterior seleccionador no fue plato de gusto para nadie, Isco destaca la reacción de un colectivo al que ve preparado para luchar por todo en tierras rusas. “Este equipo tiene mucho corazón y mucho orgullo y nunca se rinde”, subraya el jugador del Real Madrid, que ve al grupo “muy concentrado, motivado e ilusionado. Tenemos que alejarnos un poco de todo lo que pasa fuera y centrarnos en el campo porque tenemos muchísimas ganas de dar una alegría”.

Y desde su punto de vista, la mejor fórmula para que España llegue lejos en esta cita mundialista es mantener en todo momento sus señas de identidad “porque el estilo de España es innegociable. Tenemos que ir a muerte con el estilo que nos define porque no creo que haya que cambiar lo que tan bien nos ha ido hasta ahora” señalaba el malagueño, que no se fía un pelo del combinado iraní y apuesta por “salir a por todas e intentar marcar cuanto antes”.